Primero el recinto. Un lugar de ensueño para conciertos de verano. En plena Ciudad Universitaria de Madrid, en la avenida Complutense, el Real Jardín Botánico Alfonso XIII es ajeno a la terrible ola de calor de este mes de julio con una temperatura ideal en esta noche de finales de mes.
Comienza la actuación con el primer artista del cartel, el bailaor de ilustre dinastía bailaora sevillana Antonio Fernández Montoya, El Farru, quien se presenta en escena vestido de negro, lejos de su estilo multicolor personalísimo. De momento. Baila solo, uno de sus clásicos zapateados para introducirnos a la percusión.
Su elenco: La gran protagonista fue sin duda la música y la guitarra de Josemi Carmona, uno de los grandes del flamenco jazz, gran compositor del último Ketama. Para mi subjetiva opinión, lo mejor de esta primera parte. La voz profunda de Joni Cortés. Al teclado José Fernández y José Vidal a cargo de la batería y cajón.
No se prodigó mucho El Farru. Tres actuaciones incluido ese final, ahora sí, tan suyo, con chaqueta roja y adornos de plata en hombros y omóplatos, tocando la guitarra en un concierto de jazz, para después terminar bailando por fandangos, jazz latino al rojo vivo.
Antes de ese final apoteósico, bailó por soleá y por bulerías. No es posible desprender la mirada de los pies del bailaor. Bordan filigranas increíbles, son de un virtuosismo difícil de lograr, pero él ha hecho posible lo casi imposible. Por ese casi imposible es reconocido mundialmente, por ese casi imposible ha dejado de ser hermano de, hijo y nieto de, para alzarse con su personalidad artística inigualable. El Farru es El Farru por mérito propio. La dinastía le viene por añadidura. La buena esencia en frasco pequeño.
Tras el baile por soleá del protagonistas, hubo un concierto instrumental de jazz, marca Josemi Carmona; un cante por bulerías en clave protagonista de Joni Cortés; un sensacional tango «Viviré» por instrumentos y voz. Otro concierto de jazz. Y el final con El Farru guitarrista y bailaor. ¡Lolailo!
Los grandes protagonistas de la noche: Michel Camilo y Tomatito
Tomatito, José Fernández Torres, gitano de Almería, 64 años ¡y ya tiene biznietos! Su historia con la guitarra le ha convertido en un icono mundial del instrumento flamenco por excelencia y con él, en icono del jazz, clásica; premios nacionales e internacionales. A día de hoy, su currículo ocupa varias páginas, de la trayectoria que solo puede ser la de un genio construido a base de vocación, trabajo, amor por la música y por la guitarra.
Estuvo dieciocho años acompañando a Camarón de la Isla, a quién por confesión propia «hubiera acompañado toda la vida». Pero Camarón se fue en 1992 y creo que siguió guiando a su compañero de tantos años desde el más allá. Ya antes, había grabado cosas como concertista y con Camarón, pero a partir de la triste fecha, Tomatito comenzó a crecer como compositor, como concertista en solitario y con otros grandes de la música.
Con Michel Camilo, ese excelso pianista de jazz latino dominicano, comenzó su historia hace más de veinticinco años y desde entonces no pierden ocasión de reencontrarse. Se sienten bien juntos, se compenetran, se entienden, se quieren, son virtuosamente cómplices.
Esa noche de julio en los Jardines del Botánico Alfonso XIII, hicieron cosas maravillosas. Dieron comienzo con una versión tanguera del maestro Astor Piazzola, quien ya está incorporado al flamenco por múltiples artistas; después, de su álbum conjunto Spain forever, esa memorable Our Spanish Love Song; emocionaron luego con esa bulería compuesta por Tomatito, A mi niño José, único hijo varón del maestro, heredero suyo a la guitarra, el ya conocido por méritos propios, José del Tomate.
Siguiendo sus rutas internacionales llegó Agua e Vinho del compositor, guitarrista y pianista brasileño Egberto Gismonti; Armando’s Rhumba, emocionante homenaje a Chick Corea, autor de la canción; no podía faltar la conocidísima Gnossiennes nº 1 de Eric Satie. Nunca pudo imaginar Satie los diversos caminos y versiones que seguiría su impresionismo musical; Manha de Carnaval, composición del guitarrista brasileño Luiz Bonfá, otro grande de la música. Interpretación fuera de serie de Tomatito.
Lo más grande: Michel y Tomatito invitan a escena a El Farru, Josemi Carmona, Joni Cortés al cajón, para marcarse unos fandangos a ritmo de jazz latino – piano, guitarras, cajón, baile – indescriptibles, de máxima belleza. ¡El aforo completo de las Noches del Botánico, en pie!
Y aún faltaba lo que todos esperábamos, de nuevo solos los dos protagonistas de esta inolvidable noche de verano madrileña: Una introducción al Concierto de Aranjuez del maestro Joaquín Rodrigo, donde se encontraron en fascinante cruce de caminos el piano de Michel Camilo y la versión de Tomatito, transcripta para guitarra flamenca en 2019. Un encuentro en un cruce que une sus dos universos, el flamenco y el jazz.
Un encuentro para la historia.