El Parlamento Europeo (PE) aprobó este miércoles 10 de febrero de 2021 el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, diseñado para ayudar a los países de la Unión a hacer frente a los efectos de la pandemia de COVID-19 (Next Generation EU), que incluye 672 500 millones de euros en subvenciones y préstamos para frenar los efectos de la pandemia por COVID-19.
Los fondos están destinados a impulsar la transición ecológica, la transformación digital y la preparación frente a las crisis, y apoyar a niños y jóvenes. Para recibir la financiación tienen como requisito previo de cada país el respeto del Estado de derecho y de los valores fundamentales de la Unión Europea (UE).
El Reglamento relativo a los objetivos, la financiación y las normas para acceder al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia ha sido aprobado por 582 votos a favor, 40 votos en contra y 69 abstenciones. Este Mecanismo es el pilar más importante del instrumento de recuperación Next Generation EU, dotado con 750 mil millones de euros.
Los proyectos iniciados a partir del 1 de febrero de 2020 podrán recibir fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Las ayudas estarán disponibles durante tres años y los gobiernos de la UE podrán solicitar hasta un 13 por ciento de prefinanciación para sus planes de recuperación y resiliencia.
Requisitos para optar a fondos europeos
Para poder recibir financiación los planes nacionales de recuperación y resiliencia deben centrarse en ámbitos políticos clave de la UE, como la transición ecológica, incluida la biodiversidad, la transformación digital, la cohesión económica y la competitividad, y la cohesión social y territorial.
También podrán obtener dinero los planes que aborden la capacidad de reacción de las instituciones y las formas de prepararlas mejor frente a las crisis, así como las políticas en favor de los niños y los jóvenes, incluidas la educación y el desarrollo de capacidades.
Los planes deberán destinar al menos el 37 por ciento de su presupuesto al clima y el 20 por ciento a acciones digitales. Deberán tener un impacto duradero tanto en términos sociales como económicos, e incluir reformas globales, así como un sólido paquete de inversiones. Además, no deberán perjudicar significativamente los objetivos medioambientales.
El Reglamento también estipula que solo los Estados miembros que se comprometan a respetar el Estado de derecho y los valores fundamentales de la Unión Europea podrán recibir fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
Diálogo y transparencia
La Comisión Europea es responsable del seguimiento de la aplicación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
El Parlamento puede pedirle que comparezca cada dos meses ante sus comisiones pertinentes para debatir sobre el estado de la recuperación en la UE y la manera en que los Estados miembros están aplicando las metas y los objetivos.
La Comisión también pondrá a disposición de los Estados miembros un sistema integrado de información y seguimiento para proporcionar información comparable sobre cómo se están utilizando los fondos.
Siegfried MUREŞAN (PPE, Rumanía) ha señalado que «el dinero irá a las personas y las regiones afectadas por la pandemia, para ayudarles a superar la crisis y reforzarse ante desafíos futuros. El Mecanismo contribuirá a modernizar nuestras economías, hacerlas más limpias y verdes. Hemos definidos las reglas de uso de los fondos, pero dejando margen para adaptarlas a las necesidades de cada Estado miembro. Eso sí, los fondos no podrán utilizarse para gasto presupuestario ordinario, sino para inversión y reformas».
Eider GARDIAZABAL RUBIAL (S&D, España) opina que «el Mecanismo es la respuesta correcta al impacto del virus. Tiene dos objetivos: a corto plazo, la recuperación; a largo plazo, impulsar el cambio y el progreso para alcanzar nuestras metas digitales y climáticas. Nos aseguraremos de que las medidas alivian la pobreza y el desempleo, teniendo además en cuenta la dimensión de género de la crisis. Las ayudas también servirán para reforzar los sistemas sanitarios».
Dragoș PÎSLARU (Renew, Rumanía) opina que «el destino de Europa está en nuestras manos. Tenemos la obligación de ofrecer recuperación y resiliencia a los jóvenes y niños, que estarán en el centro de este plan. Es por ellos que la inversión en educación y en dotarles de capacidades es una de las prioridades. No queremos una generación del confinamiento».
Una vez aprobado formalmente por el Consejo, el Reglamento entrará en vigor un día después de su publicación en el Diario Oficial de la UE.