Un estudio de la compañía GSK Consumer Healthcare afirma que el 40 por ciento de la población española adulta sufre sensibilidad dental y problemas de encías. Esta doble afección puede comprometer enormemente la salud bucal de quien la padece.
El estudio asegura que la sensibilidad dental aparece cuando la dentina expuesta entra en contacto con estímulos fríos, calientes, dulces o ácidos. A su vez, casi la mitad de las personas que padecen problemas de este tipo están muy condicionadas por malos hábitos de higiene dental.
La doctora Claudia Sinohui, experta odontóloga de la clínica dental Avodent, incide en que el dolor de encías es un problema relativamente común entre pacientes de entre treinta y cincuenta años.
A su vez, es habitual que estos problemas lleguen acompañados de inflamación y sangrado. Y si bien puede tratarse de alguna alteración puntual, lo más común es que pueda derivar en un problema grave de salud que hay que atajar cuanto antes.
Las causas del dolor de encías: consejos
Si bien existen distintas variables que pueden causar dolor de encías, los motivos que explican este problema son generalmente dos: la gingitivis y la periodontitis. Hablamos en ambos casos de procesos infecciosos e inflamatorios.
Las encías son zonas de la cavidad bucal que tienden a acumular un gran número de bacterias. Muchas de estas ejercen un papel esencial en la función digestiva, pero la proliferación de las más peligrosas ocurre por la ausencia de una higiene dental correcta y compleja.
Cuando esto sucede aparecen estas dos enfermedades de las encías. La gingivitis es directamente la acumulación de placa bacteriana que acaba generando inflamación, enrojecimiento y sangrado de las encías. Es una de las afecciones bucales más comunes, pero por suerte es fácil de combatir. La solución pasa por no dejar que agraven esos primeros síntomas dolorosos.
La segunda gran enfermedad es la periodontitis, que no es más que un estado agravado de la gingivitis. Aquí la placa bacteriana afecta a la superficie del diente, las encías y el hueso maxilar, que es la zona interior donde se ancla la pieza dental.
Cuanto más desarrollada esté esta enfermedad, más consecuencias se sufren: enrojecimiento de las encías, sangrado, inflamación dolorosa, mal aliento y hasta riesgo de perder los dientes afectados. La periodontitis también se denomina piorrea y de no actuar a tiempo pasa a ser una enfermedad crónica.
Más allá de estos dos procesos, hay situaciones que pueden derivar en el dolor de encías, como la aparición de las piezas dentales en los niños, el bruxismo, algunos cambios hormonales y mantener hábitos poco saludables como fumar.
Por último, algunos tratamientos dentales: endodoncia, la extracción de un diente, la ortodoncia o limpiezas dentales muy potentes también pueden generar esta inflamación como efecto secundario que hay que combatir.
Señales de advertencia del dolor de encías: síntomas a tener en cuenta
El dolor de encías es un síntoma de afecciones graves como la gingivitis o la periodontitis. Y también puede ser una consecuencia negativa, y temporal, de un tratamiento dental. En el primer caso, además de ser una señal de que hay que actuar para evitar malos mayores, es el resultado de que algo no está funcionando en el aparato bucodental.
Por lo general, el dolor no es el primer síntoma de afecciones peligrosas. El mal aliento constante, el enrojecimiento de las encías, el sangrado o el dolor al masticar son advertencias a las que hay que prestar mucha atención.
Ocurre algo similar cuando los dientes ganan mucho en sensibilidad, están flojos, se mueven o cuando las encías están más retraídas, dando lugar a unos dientes más largos. En todas esas situaciones hay que consultar con un especialista experto en prevención dental.
La importancia de tratar el dolor de encías: evita complicaciones
Ante situaciones de este tipo la mejor recomendación es visitar a un especialista para que estudie el caso y aclare cuáles son los pasos a seguir. La doctora Claudia Sinohui, odontóloga en la clínica dental Avodent de Alcobendas, propone buscar solución en centros especializados donde se encuentren expertos en el tratamiento periodontal que puedan poner fin a estos problemas.
La finalidad de los tratamientos será, en primer lugar, controlar la infección. En función de la gravedad del problema existen diferentes medidas a acometer, pero todas ellas obligan a que el paciente active una buena higiene oral y cuidado diario en su casa.
Ante un dolor de encías es importante acudir al dentista cuanto antes y evitar la automedicación u optar por remedios caseros, ya que podemos empeorar la situación y actuar desconociendo la causa que está generando el problema.
Dicho esto, las fórmulas que siempre funcionan son mantener una rutina de cepillado dental al menos dos veces al día, con dos minutos por sesión, el uso constante del hilo dental para eliminar la placa que se forma entre los dientes y acompañar estas prácticas con enjuagues específicos para este uso.