La Asociación Pedalibre informa de que el Ayuntamiento de Madrid deja fuera de la remodelación de la calle Alcalá el tramo de carril bici previsto desde la Avenida de Daroca hasta la calle Argentina, para dar prioridad a la circulación de vehículos y las plazas de aparcamiento, y han instado por ello al Área de Movilidad y Medio Ambiente y el de Desarrollo Urbano, que retome el proyecto original y mejore la infraestructura ciclista prevista. 

Pedalibre informaba hace unas semanas de que el proyecto de reforma de la calle Alcalá, entre la Avenida de Daroca y la calle Argentina, en el distrito de Ciudad Lineal, incluía un carril bici que reproducía las mismas deficiencias  de los carriles bici provisionales que hizo el ayuntamiento como «cumplimiento» de los Acuerdos de la Villa, y que se trataba de un carril bici:

  • inseguro por su falta de protección. Está entre la banda de aparcamiento y un carril de circulación pudiéndose usar fácilmente para aparcar en doble fila, carga y descarga o incluso para circular por él; 
  • incompleto ya que carece de continuidad, 
  • parcial porque contempla únicamente un sentido, 
  • aislado por su falta de conexión y de 
  • difícil acceso ya que para acceder a él hay que atravesar hasta dos carriles hacia la izquierda desde el Puente de Ventas. 

El ayuntamiento, lejos de subsanar estas deficiencias, prescinde de ejecutarlo y deja la calle Alcalá igual que antes de la reforma, sostiene Pedalibre, que agrega que esta actuación recuerda mucho a lo que hizo con el carril bici de la Gran Vía de Hortaleza: un carril desprotegido y aislado que lejos de protegerlo y conectarlo lo que hacen es desmantelarlo o el de la calle Princesa, que formando parte de la memoria del proyecto ganador para la reforma de la Plaza de España, en la ejecución del proyecto, desaparece.

Propuesta de Pedalibre

El ámbito de la reforma es desde la Avenida Daroca hasta la calle Argentina, ya casi en la plaza de Quintana. Madrid es de las pocas ciudades que sigue ubicando plazas de aparcamiento en calles principales alterando la seguridad y espacio ciclista y la fluidez del transporte público. Si bien, esto fue característico de otras épocas, una reforma en pleno siglo veintiuno tiene que ser consecuente con los retos climáticos y de salud pública que nos enfrentamos y proponer cambios para facilitar y asegurar el desarrollo de la movilidad que pretende promover: la movilidad sostenible.

Así por tanto, la bicicleta debe disponer de sendas bandas longitudinales, a ambos lados de la calle, exclusivas, protegidas y continuas. Estas bandas se ubicarán adyacentes a la acera y serán de fácil acceso tanto desde los extremos, como en los distintos cruces con las calles.

Fuera del ámbito de esta actuación se complementarán con carriles bici provisionales, a fin de dar la obligada continuidad y conexión hasta, al menos, el carril bici de Institución Libre de Enseñanza.

Pedalibre espera que esta decisión de descartar la infraestructura ciclista se reconsidere y este eje tan importante de la calle Alcalá, constituya una vía de comunicación segura y eficaz para la movilidad ciclista. 

Desde la organización se declaran dispuestos a hablar sobre los detalles del futuro carril bici de la calle Alcalá para que sea un buen proyecto desde el punto de vista de la movilidad sostenible.

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