Ecologistas en Acción indica en un nuevo informe sobre la calidad del aire en España que los residentes en la Comunidad de Madrid estuvieron expuestos en 2024 a una contaminación que excede los nuevos límites recientemente aprobados para 2030 por la Unión Europea, con las peores situaciones en la ciudad de Madrid y el Corredor del Henares, por su intenso tráfico y el del aeropuerto.

Madrid, epicentro del problema

Los siete millones de habitantes de la Comunidad de Madrid respiraron aire que superó los nuevos límites comunitarios durante todo 2024. Aunque las partículas y el NO₂ cayeron entre un cinco y un treinta y ocho por ciento respecto a la etapa 2012-2019, el ozono troposférico subió un treinta por ciento y alcanzó su peor registro desde 2010.

Zonas de bajas emisiones insuficientes

La ciudad de Madrid y su área metropolitana incumplieron el nuevo valor límite anual de NO₂, en parte porque las zonas de bajas emisiones (ZBE) son pequeñas o demasiado permisivas.

Ni el Ayuntamiento ni la Comunidad han actualizado sus protocolos ante episodios de mala calidad del aire, y la región sigue sin un plan específico contra la contaminación por ozono, motivo por el que la organización ecologista ha denunciado al Gobierno regional ante los tribunales.

Consecuencias sanitarias y sociales

  • Más de 5400 muertes prematuras anuales se atribuyen a la contaminación en la Comunidad de Madrid.
  • Las 203 superaciones del umbral de información por ozono se concentraron en las zonas suburbanas a sotavento de la capital y, de forma inédita, en la propia almendra central.
  • La población infantil de colegios con tráfico intenso continúa expuesta a niveles superiores a los medidos por la red oficial de estaciones.

Propuestas para Madrid

  1. Reforzar las ZBE: ampliar su perímetro y restringir progresivamente la entrada de vehículos contaminantes.
  2. Plan regional de ozono: aprobar antes de 2026 un plan de choque con alertas sanitarias, limitaciones temporales al tráfico y sustitución de flotas públicas por vehículos cero emisiones.
  3. Medición y transparencia: instalar sensores de bajo coste en entornos escolares y publicar datos en tiempo real para la ciudadanía.
  4. Transporte público prioritario: acelerar la electrificación de la flota de autobuses y reducir la tarifa de abonos para incentivar el uso frente al vehículo privado.
  5. Revisión de protocolos de emergencia: actualizar los escenarios de actuación ante episodios críticos, incluyendo la limitación de velocidad en los accesos y la gratuidad del transporte masivo.

Un balance estatal preocupante

El estudio de Ecologistas en Acción, basado en datos oficiales de 790 estaciones de medición repartidas por todo el país, confirma que la práctica totalidad de la sociedad española vive expuesta a contaminantes que vulneran las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

2024 fue, además, el tercero más cálido desde que existen registros y un año húmedo que combinó estabilidad atmosférica invernal con olas de calor estivales, un cóctel que disparó los picos de partículas y de ozono. La crisis climática actúa ya como amplificador de la mala calidad del aire, advierten los autores del informe.

Principales cifras del informe 2024

  • Población afectada: 31 millones de personas (66 por ciento) se situaron por encima de los nuevos límites europeos de referencia.
  • Territorio dañado: dieciséis por ciento del suelo español sufrió niveles de contaminación perjudiciales para la vegetación.
  • Reducciones parciales: las concentraciones medias de partículas PM₁₀, PM₂,₅ y dióxido de nitrógeno (NO₂) bajaron entre el siete y el treinta y seis por ciento frente a la media 2012-2019.
  • Pico de ozono: se registraron 290 superaciones del umbral de información y seis del umbral de alerta, sobre todo durante las olas de calor de julio y agosto.
  • Coste humano: la contaminación provocó hasta 30 000 muertes prematuras en 2022, 18 500 vinculadas a partículas finas, 5 500 al NO₂ y 6 100 al ozono.
  • Impacto económico: las pérdidas sanitarias y laborales equivalen al 3,5 por ciento del PIB, según cálculos del Banco Mundial.

Conclusiones y perspectivas

Paco Segura, portavoz de Ecologistas en Acción en Madrid, advierte que «los nuevos límites europeos son más ambiciosos, pero aún así quedamos lejos de cumplirlos si no cambiamos de rumbo». El informe insiste en que la transición energética avanza —las renovables cubrieron el cincuenta y siete por ciento de la demanda eléctrica en 2024—, pero el tráfico rodado sigue siendo la principal fuente de contaminación urbana.

Ecologistas en Acción reclama que la reciente Directiva (UE) 2024/2881 se incorpore de forma «urgente y sin rebajas» a la legislación española, y que se dote a ciudades y autonomías de financiación condicionada al cumplimiento efectivo de las medidas de calidad del aire. De lo contrario, alertan, España podría afrontar sanciones comunitarias y, sobre todo, perpetuar un escenario que cada año siega decenas de miles de vidas y deteriora recursos naturales esenciales.

La organización concluye que respirar aire limpio es un derecho humano y un requisito indispensable para lograr una transición ecológica justa. El reto, aseguran, es ineludible y necesita el esfuerzo coordinado de administraciones, empresas y ciudadanía antes de que la década termine.

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