Los salarios de los directores ejecutivos aumentaron nueve por ciento en términos reales en 2022, mientras trabajadores de todo el mundo sufrían recortes superiores a tres por ciento, mostró un estudio divulgado por la coalición de lucha contra la pobreza Oxfam, informa la IPS desde Londres.
Amitabh Behar, director ejecutivo interino de Oxfam Internacional, criticó que «mientras los ejecutivos nos dicen que necesitamos mantener los salarios bajos, ellos mismos y sus accionistas se están embolsando cantidades desorbitadas».
«La mayoría de las personas trabajan más tiempo por menos dinero, y no pueden hacer frente al aumento del costo de la vida», lamentó el activista indio, quien agregó que «años de austeridad y ataques a los sindicatos han ensanchado la brecha entre los más ricos y el resto de la población».
De acuerdo con el estudio, las y los trabajadores «regalaron» un promedio de seis días trabajados el año pasado, dado que sus salarios no aumentaron de acuerdo con la inflación y cayeron 3,19 por ciento.
Entretanto, los salarios de altos ejecutivos de cuatro países analizados, Estados Unidos, India, Reino Unido y Sudáfrica, aumentaron 16 por ciento sin ajustar por la inflación y nueve por ciento en términos reales.
También en 2022, los accionistas de todo el mundo se repartieron 1,56 billones (millones de millones) de dólares en dividendos, un aumento de diez por ciento en términos reales ponderados respecto a 2021.
Mil millones de trabajadoras y trabajadores de cincuenta países sufrieron un recorte salarial medio de 685 dólares en 2022 -una pérdida conjunta de 746.000 millones de dólares en salarios reales-, en comparación con lo que habrían ganado si los salarios se hubieran mantenido al ritmo de la inflación.
Las cifras de Oxfam, una alianza de entidades civiles que estudian la pobreza y luchan contra ella, se basan en los datos más recientes publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y organismos gubernamentales de estadística.
El estudio indica que, todos los meses, mujeres y niñas del mundo dedican al menos 380.000 millones de horas al trabajo de cuidados no remunerado.
Muchas trabajadoras se ven obligadas a menudo a reducir sus jornadas o abandonar su labor remunerada, precisamente debido a la cantidad de horas que deben dedicar al trabajo de cuidados.
Además, continúan enfrentándose a la discriminación por razones de género y al acoso, todo ello sumado a la diferencia salarial con hombres que hacen trabajos del mismo valor.
Oxfam sostiene que, por contraste con el panorama de remuneraciones que describe, los impuestos sobre ingresos procedentes de dividendos y acciones, que ayudan a financiar servicios públicos como la salud y la educación, siguen menguando, y han pasado de 61 por ciento en 1980 a tan solo 42 por ciento en la actualidad.
«Las y los trabajadores están cansados de ser el chivo expiatorio cada vez que hay una crisis. El pensamiento neoliberal culpa de la inflación a todo el mundo excepto a las grandes empresas que se están beneficiando de ella», según Behar.
Los gobiernos «deberían dejar de apoyarse sólo en las subidas de tipos de interés y en la austeridad para aplacar la inflación. Con esas medidas es la ciudadanía de a pie la perjudicada, en especial las personas que viven en la pobreza», dijo Behar.
«En su lugar, debería incrementarse la presión tributaria, especialmente sobre los que más ganan, elevando los tipos marginales máximos hasta por ejemplo 75 por ciento para el uno por ciento más rico, con el objetivo de desincentivar salarios estratosféricos», dijo el responsable de Oxfam.
Finalmente «es vital actualizar los salarios mínimos con la inflación, y que todas las personas puedan ejercer su derecho a la sindicación, la huelga y la negociación colectiva», concluyó.