Los recortes recientes por Estados Unidos (EEUU) en la financiación mundial de la alimentación afectarán al menos a catorce millones de niños en diecisiete países, advirtió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al iniciarse en la capital francesa la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento, informa la IPS desde París.
Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, dijo que «desde el año 2000, el número de niños menores de cinco años con retraso del crecimiento se ha reducido en 55 millones, y se han salvado las vidas de millones de niños con desnutrición grave, gracias a un compromiso compartido y una inversión sostenida».
«Sin embargo, los drásticos recortes de la financiación revertirán drásticamente estos avances y pondrán en riesgo la vida de millones de niños más», advirtió.
La crisis de financiamiento está marcada por la decisión del nuevo gobierno de Estados Unidos, que con un recorte de 60.000 millones de dólares suprimió unos diez mil contratos y programas de cooperación en decenas de países en el mundo.
Esta crisis «se produce en un momento de necesidad sin precedentes para los niños», enfrentados a niveles récord de desplazamiento, conflictos nuevos y prolongados, brotes de enfermedades y las consecuencias mortales del cambio climático, todo lo cual está socavando su acceso a una nutrición adecuada, según Russell.
Los impactos en diecisiete países de alta prioridad incluyen a más de 2,4 millones de niños que padecen desnutrición aguda grave y podrían quedarse sin alimentos terapéuticos listos para el consumo durante lo que resta de 2025.
Hasta 2300 centros de estabilización que salvan vidas y brindan atención crítica a niños que sufren emaciación (delgadez extrema) severa con complicaciones médicas corren el riesgo de cerrar o reducir drásticamente sus servicios.
Casi 28.000 centros terapéuticos ambulatorios apoyados por Unicef para el tratamiento de la desnutrición están en riesgo y en algunos casos ya han dejado de funcionar.
El fondo recuerda que hoy en día los niveles de emaciación grave en niños menores de cinco años siguen siendo muy altos en contextos frágiles y emergencias humanitarias, y las adolescentes y las mujeres son especialmente vulnerables.
Incluso antes de los recortes de financiación, el número de mujeres embarazadas y lactantes, así como de adolescentes, que sufren desnutrición aguda, se disparó de 5,5 millones a 6,9 millones desde 2020.
Unicef prevé que esas cifras aumentarán si no se toman medidas urgentes por parte de los donantes ni se realizan inversiones adecuadas por parte de los gobiernos.