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Donald Trump segundo mandato: pragmatismo y riesgos en la política internacional

Donald Trump por Xulio Formoso
Donald Trump por Xulio Formoso

Donald Trump podría implementar políticas pragmáticas y controvertidas en un hipotético segundo mandato presidencial, según Reinhard Krümm, directivo de la Fundación Friedrich Ebert, para quien el próximo presidente de Estados Unidos presenta un enfoque político destructivo, pero con un potencial pragmático que podría redefinir las relaciones internacionales, especialmente con China y Rusia.

Análisis del pragmatismo de Trump

Reinhard Krümm[1] analiza en IPG-Journal cómo en un segundo mandato de Donald Trump se podría aprovechar su capacidad pragmática para moldear el orden mundial. Aunque su enfoque está marcado por la polarización, sus decisiones también han mostrado cierta flexibilidad estratégica.

Según Krümm, «Trump no es solo un destructor, sino un político capaz de encontrar oportunidades en situaciones aparentemente adversas». Este matiz es clave para entender el impacto potencial de sus políticas en un escenario global complejo.

Relaciones internacionales bajo un nuevo mandato

En política exterior, Trump podría priorizar los siguientes puntos:

  1. Relación con China: La administración Trump mantuvo una postura de confrontación económica y tecnológica con China. En un nuevo mandato, se espera que refuerce su política proteccionista y continúe buscando ventajas comerciales, aunque podría optar por acuerdos bilaterales específicos en áreas de interés común, como la regulación de tecnologías avanzadas.
  2. Enfoque hacia Rusia: Reinhard Krümm señala que Trump podría adoptar una política más conciliadora hacia Rusia. Aunque su mandato anterior estuvo marcado por controversias en torno a su relación con Putin, la necesidad de contrapesar la influencia china podría llevarlo a buscar una cooperación táctica con Moscú.
  3. Desinterés por alianzas tradicionales: La OTAN y otros organismos internacionales, que Trump considera costosos para Estados Unidos, podrían perder relevancia en su estrategia. En cambio, el expresidente podría reforzar acuerdos bilaterales con países que ofrezcan beneficios económicos o estratégicos inmediatos.

Un pragmatismo que divide

Factores internos que impulsan su estrategia

El análisis de Krümm subraya que el pragmatismo de Trump está profundamente influenciado por factores internos. La búsqueda de apoyo entre su base electoral, que prioriza políticas aislacionistas y proteccionistas, marcaría gran parte de sus decisiones. Esto podría traducirse en:

  • Reducción de regulaciones climáticas: Trump podría desmantelar aún más las políticas ambientales, favoreciendo a las industrias del petróleo y el gas, lo que generaría tensiones con Europa y organismos internacionales.
  • Refuerzo del nacionalismo económico: Las medidas proteccionistas, como aranceles y restricciones a la importación, estarían diseñadas para proteger la industria estadounidense, aunque a costa de tensiones comerciales globales.

Tensiones entre pragmatismo y polarización

El enfoque de Trump, aunque pragmático en algunos aspectos, está profundamente ligado a su retórica polarizadora. Esto podría generar tensiones tanto a nivel interno como externo.

Krümm destaca que esta combinación podría desembocar en un escenario de mayor fragmentación internacional, con alianzas menos sólidas y conflictos más frecuentes en áreas clave como el comercio y la seguridad.

Riesgos y oportunidades para Europa

Un reto para la política exterior europea

Europa enfrenta un desafío significativo en este segundo mandato de Trump. Su debilitamiento de organismos internacionales y su enfoque transaccional en las relaciones internacionales podrían reducir la capacidad de Europa para actuar como un bloque unido frente a desafíos globales.

Según Krümm, «Europa debe prepararse para un mundo donde Estados Unidos ya no sea el ancla de estabilidad, sino un actor más impredecible». Esto requerirá fortalecer la autonomía estratégica europea, especialmente en áreas como defensa, tecnología y sostenibilidad.

Posibles respuestas europeas

Europa podría adoptar diversas estrategias para adaptarse a este nuevo escenario:

  • Fortalecer su autonomía estratégica: Reducir la dependencia de Estados Unidos en áreas como defensa y tecnología.
  • Crear alianzas alternativas: Fomentar acuerdos con potencias emergentes, como India o Brasil.
  • Reforzar su liderazgo climático: Enfrentarse al retroceso ambiental estadounidense manteniendo su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París.

Conclusiones

  1. Un segundo mandato de Donald Trump podría redefinir el orden mundial mediante políticas pragmáticas, aunque polarizadoras.
  2. Las relaciones con China y Rusia serían prioritarias, mientras que las alianzas tradicionales, como la OTAN, perderían relevancia.
  3. Europa enfrentaría el desafío de adaptarse a un escenario de mayor fragmentación, reforzando su autonomía estratégica.
  4. Las decisiones de Trump estarían profundamente influenciadas por su base electoral, priorizando el nacionalismo económico y el desmantelamiento de regulaciones climáticas.
  5. Aunque su retórica polarizadora plantea riesgos, su pragmatismo podría generar oportunidades de negociación en áreas clave.

Este análisis plantea un escenario donde las fuerzas pragmáticas y polarizadoras de Trump podrían tener un impacto duradero en el panorama global, dejando a Europa y otras potencias con el reto de adaptarse a un mundo cada vez más incierto.

  1. Reinhard Krumm dirige la oficina de la Fundación Friedrich Ebert en Washington. Anteriormente trabajó, entre otrss destinos, como jefe de la oficina para los países bálticos en Riga, la oficina regional para la cooperación y la paz en Europa con sede en Viena, la oficina en Moscú y el departamento de Europa Central y Oriental en Berlín.

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