El desempleo golpea una vez más al colectivo con discapacidad, pero especialmente a algunas personas, como es el caso de aquellas que tienen daño cerebral, según un informe de la Federación Española de Daño Cerebral (Fedace).
Seis de cada diez personas en España con esta condición se encuentran en situación de desempleo; el 23, 06 por ciento está buscando trabajo y el 13,53 tiene empleo.
Según Servimedia, el informe, que ha contado con la colaboración de la Fundación ONCE, refiere los datos recogidos en las cuatrocientas encuestas realizadas en profundidad a personas con daño cerebral en España, entre los 16 y los 65 años de edad.
«El daño cerebral provoca una diversidad de secuelas con distintos grados de severidad en el plano físico, sensorial y neuropsicológico. A esto se añade la escasez de servicios de rehabilitación especializada y apoyos sociales adecuados o la desigualdad en el acceso a los mismos».
En España hay 420 064 personas con daño cerebral y, de ellas, el 65 por ciento tienen más de 65 años y el 52 por ciento son mujeres. Un total de 138 026 de estos pacientes se encuentran en edad laboral y, de ellos, el 41 por ciento son mujeres.
Los datos muestran que el 46 por ciento de los encuestados sufrieron un daño cerebral por accidentes cerebrovasculares, el 34,25 por traumatismos craneoencefálicos, y el 19,7 por otros problemas. El 59,4 por ciento eran hombres y 40,6 mujeres.
Por otro lado, el 61,97 por ciento de los jóvenes con daño cerebral se encuentran en situación activa frente al 14,56 por ciento de los mayores de 50 años, aunque en general, la reducción de la tasa de actividad después de la lesión pasa del 71,73 al 36,59 por ciento.
Asimismo, el 72,54 por ciento de la población encuestada reconoce haber encontrado dificultades extraordinarias para encontrar empleo debido al daño cerebral. A esto se añade que el 61,70 de los que buscan trabajo no cuentan con ayuda especializada para encontrar empleo a pesar de necesitarla.
Beatriz Fernández, trabajadora social de esta asociación, insistió en la importancia de prevenir la inactividad. Para ello, afirma, «en esta entidad desarrollamos un programa de empleo en el que trabajamos en la asociación como si estuviéramos en una empresa, para que nuestros asociados puedan descubrir que pueden volver a trabajar».
Por último, Sabina Lobato, de la Fundación ONCE, subrayó el valor terapéutico del trabajo, ya que los problemas de salud también mejoran con el empleo. Y esto no solo en el daño cerebral, sino también en todas las discapacidades.