«Diarios de Otsoga», el aburrimiento en todos sus estados

En agosto de 2020, la pareja de cineastas formada por el cineasta portugués Miguel Gomes (‘Tabú’, ‘Las mil y una noches’, ‘Este querido mes de agosto’) y la francesa Maureen Fazendeiro, realizadora de películas experimentales (‘Motu Maeva’, ‘Sol Negro’), se vieron obligados a suspender los proyectos que tenían en Brasil y, junto a un puñado de actores y un reducido equipo de rodaje se confinaron en un rincón de la campiña portuguesa para hacer «Diarios de Otsoga»[1] una película  intimista rodada en plena pandemia, protagonizada por Crista Alfaiate, Carloto CottaJoão Nunes Monteiro.

Una película nostálgica en la que destaca una primera media hora en la que los jóvenes protagonistas parecen no ser capaces de hacer nada mejor que deslizarse sobre el tiempo, en un momento en que todo el planeta estaba viviendo un desastre monumental. Lamentablemente, después la película va perdiendo interés.

Entre documental y ficción, en forma de cuenta atrás de un diario, «diario íntimo» lo han llamado, los jóvenes Crista, Carloto y João, recluidos en un paraje idílico, bailan siguiendo el nostálgico ritmo del éxito de los años setenta «The Night» (Frankie Valli and The Four Seasons). Es el principio de la película y el final de la historia que transcurre marcha atrás, del día 21 al primero.

En su peculiar veraneo, tras el dolce farniente inicial, los tres jóvenes están construyendo un invernadero para mariposas en el jardín de la  casa de campo, al tiempo que comparten las rutinas diarias: limpian, pelan patatas… En un tiempo formado por idénticos días que se repiten, han probado alternativas amorosas y sentimentales y en repetidas ocasiones han evocado la posibilidad de organizar una fiesta. Alguno no lo tiene claro: «No vendrá nadie…»

Poco a poco, los directores y el equipo técnico van incorporándose al grupo y pasan a formar parte del relato. De modo que las escenas de la película se mezclan con otras del rodaje, hasta el punto de que no se pueden distinguir. 

https://youtu.be/TmeoLl0TsBg

«Diarios de Otsoga», cine dentro del cine, reflexiona sobre el oficio y el arte. Más bien pesimistas, los protagonistas  dialogan acerca del enigma existencial que han planteado la  enfermedad, la cuarentena, los confinamientos, situaciones que más parecen castigos que necesidades… les preocupa el futuro de la creación artística y hasta qué punto va a poder salir indemne de la pandemia o si se va a transformar, lo mismo que ha cambiado todos los aspectos de la vida y en todas las latitudes.

  1. «Diarios de Otsoga» se estrena en Madrid el viernes 3 de junio de 2022.
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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