En España, cerca de un millón doscientas mil personas están afectadas por la enfermedad de Alzhéimer; una forma de demencia que tiene un grado de dependencia importante y afecta tanto a familiares como a cuidadores.
Esta enfermedad neurodegenerativa causa diversos síntomas entre los cuales se encuentran la pérdida gradual de la memoria inmediata, el juicio, el razonamiento, la orientación y también afecta a las funciones cotidianas que impiden que los afectados sean autónomos e independientes.
Bajo el lema, «la dependencia fuera de la ley», la Confederación Española de Alzhéimer (CEAFA) reivindica el desarrollo efectivo y el cumplimiento de los compromisos económicos de la ley de dependencia por parte de las administraciones competentes y la puesta en marcha del Plan Integral de Alzheimer y otras demencias como forma de garantía para los pacientes y sus familiares.
Por ello, exigen al gobierno una partida presupuestaria dentro de los presupuestos generales del estado que permita garantizar los cuidados de los pacientes y que no estén privados de atención por falta de recursos. Para ello, consideran que es necesario el incremento de las ayudas a las entidades del Tercer Sector especializadas en la atención integral a las personas con demencia ya que son indispensables para que exista un cuidado verdaderamente humano y se reduzca el impacto de la enfermedad.
Un diagnóstico precoz, un tratamiento adecuado, la mejora de los servicios y prestaciones y la mejora de las actitudes en el entorno y en la sociedad, serían un primer paso para avanzar en este plan. Debido a la pandemia causada por la COVID-19, el confinamiento ha supuesto una mayor agitación, un incremento de los problemas conductuales y una aceleración en la degeneración o evolución de la demencia; situación que no solo ha afectado a los pacientes, sino a sus cuidadores y familiares.