Goya y Luis Paret nacieron el mismo año, 1746, fueron nombrados académicos de Bellas Artes al mismo tiempo (Paret por la de San Fernando y Goya por la de Parma), los dos reflejaron en sus cuadros escenas de temas contemporáneos (de Paret son «Baile en máscaras», «Baile popular a la puerta de una taberna», «La tienda de Geniani») y ambos fueron pintores de corte, Goya de Carlos IV y Paret de don Luis, hermano de Carlos III, quien costeó durante tres años su formación en Roma.
Esta vinculación con don Luis (a quien su hermano condenó a vivir fuera de la corte), provocó su salida de Madrid en 1775 acusado de encubrir los amoríos del infante y proporcionarle amantes, en un largo exilio primero en Puerto Rico y más tarde en Bilbao, de donde no regresó hasta 1792. Inspirada en el neoclasicismo y el barroco, la calidad de la obra de Luis Paret, el mejor representante de la pintura rococó en España, queda de manifiesto en su reconocimiento como «el Watteau español».
La exposición comienza con los cuadros con los que Goya y Paret fueron elegidos académicos, ambos con la misma temática, dos escenas de la historia de Aníbal, que dan paso a más de ochenta obras de Paret que incluyen la mayor parte de sus pinturas y una selección de dibujos («Nigromante», «La gloria de Anacreonte», «Trofeo militar romano») conservados en el Prado y en la Biblioteca Nacional.
La obra de Paret ocupa ahora dos salas del museo en un recorrido cronológico y temático dividido en nueve secciones.
Entre sus pinturas de pequeño formato destacan «Escena de tocador», «La carta» y «La Puerta del Sol», y entre los temas de corte «Parejas reales» y «Carlos III comiendo ante su corte».
Se dedica una sección a sus dibujos de animales vivos coloreados y otra a los retratos, entre los que hay cuatro autorretratos en los que el artista muestra su personalidad y sus estados de ánimo. Retrató a su esposa y a sus hijas y también a personalidades como Antonio Sancha.
Alrededor de su obra «La circunspección de Diógenes» se han colocado las pinturas religiosas «La invención de la Santa Cruz», «El martirio de Santa Lucía», «La aparición de san Miguel a Carlos III de Francia» y «San Francisco de Paula». De esta temática hay pinturas en otras secciones, como «La visitación de la Virgen a Santa Isabel» y «El anuncio del ángel a Zacarías».
Los cuadros encargados a Paret por mecenas privados son fundamentalmente sobre asuntos bucólicos o eróticos. Sobresalen «El triunfo del amor sobre la guerra», «Celestina y los enamorados», «Joven dormida en la hamaca» y dos escenas galantes dedicadas a la «alta sociedad» y a la «baja vida».
Su estancia en Bilbao propició varias escenas de paisajes del Cantábrico encargadas por el rey Carlos III: «La ría de Bilbao por las torres de Luchana» y vistas de Bermeo, del Arenal de Bilbao, de Portugalete, de Fuenterrabía y una primitiva y sorprendente «La Concha de San Sebastián».
La sección que cierra la muestra está dedicada a sus últimas pinturas, las alegorías de Galicia, León y Castilla (de las diez que pintó para la sede de los Cinco Gremios Mayores) y el monumental y espectacular «La Jura de don Fernando como Príncipe de Asturias», con sus dibujos preparatorios, encargado por Carlos IV. Cierra la exposición «Jardín Botánico desde el Museo del Prado», que está sin terminar. Murió en Madrid de tuberculosis en 1799, a los 53 años.
- TITULO. Luis Paret
- LUGAR. Museo del Prado. Madrid
- FECHAS: Hasta el 21 de Agosto