Enarbolando banderas azules estrelladas, decenas de miles de manifestantes han llenado este 10 de octubre de 2021 las calles de Polonia acudiendo al llamamiento efectuado por el jefe de la oposición y expresidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para defender la pertenencia del país a la Unión Europea (UE) y protestar por la sentencia del Tribunal Constitucional que da primacía al derecho nacional sobre el europeo, lo que muchos analistas han interpretado como un primer paso para la saluda de Polonia de la UE, y que se comienzan a llamar «Polexit». . .
«Decenas de miles de personas en Varsovia y en más de cien ciudades y pueblos de Polonia han salido a protestar contra lo que este gobierno está haciendo a nuestra patria», ha gritado Donald Tusk ante una multitud que agitaba banderas europeas en una plaza de la capital.
Antes, en Twitter, había hecho un llamamiento a defender una Polonia europea: «Tenemos que salvar Polonia, nadie lo va a hacer por nosotros».
Polonia y otros siete países de Europa central y oriental –Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Chequia, Eslovaquia y Eslovenia- ingresaron en la UE el 1 de mayo de 2004, quince años después del hundimiento de los regímenes comunistas, acabando con la división de Europa decidida por las «grandes potencias» sesenta años antes, en la Conferencia de Yalta (Crimea).
En el caso concreto de Polonia, los sondeos certifican que la pertenencia al «club de los 27» es muy popular, pero las relaciones entre el gobierno de Varsovia y las instituciones europeas se han ido deteriorando desde la llegada al poder en 2015 del partido ultraconservador y populista Derecho y Justicia, en enfrentamientos sobre las reformas del aparato judicial que pretende hacer el gobierno polaco y que la UE considera que van en contra de la independencia judicial y pueden reducir el espacio de las libertades democráticas.