Dentro del Ciclo Notas del Ambigú, el Teatro de la Zarzuela ha presentado el concierto titulado ‘De Al-Ándalus a la Andalucía Medieval’, donde Eduardo Paniagua transportó a los asistentes a la Baja Edad Media ibérica, ese lugar mítico donde castellano y andalusí se dan la mano a través de música y poesía, exquisitez y exotismo.
A Eduardo Paniagua, le acompañaron César Carazo, Wafir Shaik y Jorge Muñoz,con instrumentos que miman los de la Edad Media (laúd, quanum, gaita, flauta, cornamusa, pandero) en las lenguas árabe, castellana y galaicoportuguesa.
La Edad Media tuvo un papel crucial en la formación de España. Una visión global de la música de la España medieval ha de tener en cuenta Al-Andalus, ya que en el aspecto cultural y musical lo árabe y lo ibérico tuvieron una extraordinaria interrelación.
De ahí que, en primer lugar, la música hispanomusulmana nos proporcione un ejemplo de simbiosis cultural de ricos frutos mezclando los logros musulmanes y cristianos en el crisol andalusí a lo largo de más de siete siglos.
Su tesoro musical, con el avance de los reinos cristianos del norte, y especialmente al finalizar la permanencia musulmana en la península Ibérica tras la expulsión de los Moriscos en 1609, pasa al Magreb donde hoy pervive.
La conservación de esta joya musical es casi un milagro y su estudio y recuperación es un regalo para el patrimonio musical de Occidente y de la humanidad.
En segundo lugar, Las Cantigas de Santa María, cuatro códices de pergamino del siglo trece, constituyen la obra lírica más importante de la España medieval, y está considerada como la obra más personal de Alfonso X.
El repertorio es de extraordinaria riqueza ya que sus melodías son todas distintas y originales. El mundo andalusí también se refleja en ellas.
Compuestas y compiladas en el Alcázar de Sevilla, los códices que las guardan contienen asimismo las más valiosas miniaturas del siglo trece.
Un tesoro único que no existe en ningún otro país del mundo.