El acto de restitución a la familia del que fuera alcalde de Madrid, Pedro Rico (1888-1957) de los cuadros pertenecientes a su colección que nunca fueron devueltos por el franquismo, estuvo presidido por el Ministerio de Cultura teniendo lugar en el Museo del Prado.
Este material fue incautado por el gobierno republicano para su protección durante la Guerra Civil y nunca fueron devueltos por el régimen franquista.
Los herederos del primer alcalde republicano de Madrid y luego posteriormente (1931-33 y 1936), Pedro Rico, han recibido los siete cuadros que se encontraban dispersos en cinco museos: ‘La romería’ (Museo Nacional del Romanticismo); ‘El viático’ y ‘El bautizo’ (Museo del Traje); ‘Romería’ (Museo de Bellas Artes de Valencia); ‘Salida de toreros’ (Museo de Málaga); y ‘Escena de majos y celestina’ y ‘Asalto a la diligencia’ (Museo del Prado).
Las obras, que incautó en 1938 la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico del gobierno republicano, fueron puestas a salvo en el almacén acondicionado para ese fin en el Museo del Prado.
Tras la finalización de la Guerra Civil en 1939, y con Pedro Rico en el exilio en Francia, sentenciado a inhabilitación y reclusión mayor por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo y el Tribunal de Responsabilidades Políticas, nunca pudo regresar a España ni reclamar la devolución de sus bienes. Finalmente, y tras distintos avatares, los cuadros acabaron dispersos en instituciones de distintos lugares de España sin constancia de su verdadero origen.
Tras una investigación llevada a cabo por la Subdirección General de Museos Estatales, dependiente de la Dirección General de Patrimonio Cultural de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, se ha podido reconstruir la historia de los cuadros y trabajar para que su restitución fuera posible.
Así se pudo determinar que los cuadros, localizados en el Museo Nacional del Prado, Museo Nacional del Romanticismo, el Museo del Traje, el Museo de Bellas Artes de Asturias, el Museo de Bellas Artes de Valencia y el Museo de Málaga, se encontraban en situación de depósito temporal y que nunca habían formado parte de las colecciones estables de los museos.
De este modo, estas obras de Pedro Rico entraron a formar parte del inventario de los bienes incautados durante la Guerra Civil y la dictadura franquista que el Ministerio de Cultura presentó en junio del pasado año.
Desde el punto de vista jurídico, ha sido fundamental la valoración de la documentación histórica sobre las obras, así como las circunstancias que han permitido determinar que no fueron objeto de adquisición por parte del Estado mediante el proceso de prescripción adquisitiva, y de este modo resolver de forma positiva la solicitud de restitución, mediante Orden ministerial.
El Ministerio de Cultura ha podido atender así a la petición realizada por la familia de Pedro Rico, quien, conforme a la Ley de Memoria Democrática, tiene la consideración de víctima de la dictadura.
En su intervención, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha destacado que «resulta admirable y conmovedor que aquel período de muerte y represión, de adoctrinamiento y falta de libertades, no consiguiese borrar el rastro de lo que estamos celebrando en este acto, la cultura como emblema y savia imprescindible de la democracia», resaltando además que este acto de restitución constituye «el cumplimiento de un deber con la memoria, con la justicia y con la cultura; también con la verdad de los hechos y su demostración jurídica».
En el acto de devolución, celebrado en el Museo del Prado, también han participado la directora general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, Ángeles Albert, el presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, Javier Solana, y una de las nietas de Pedro Rico, Francisca Rico. Además, han asistido al acto otros familiares del alcalde republicano y las directoras y director de tres de los museos involucrados en la devolución: Carolina Miguel, del Museo del Romanticismo, Helena López de Hierro, del Museo del Traje, y Pablo González Tornel, del Museo de Bellas Artes de Valencia.
Los cuadros de la colección de Pedro Rico eran del gusto de la época, principalmente de temática costumbrista de autores del siglo XIX como Eugenio Lucas (1817-1870) o su hijo Eugenio Lucas Villaamil (1858-1918). Tras su almacenaje en el Museo del Prado y ya finalizada la Guerra Civil y con el gobierno franquista instalado en el poder, sufrieron distintos destinos.
Además de estos siete cuadros devueltos, otros dos depositados en el Museo de Bellas Artes de Asturias, ‘Vendedor de periódicos’ y ‘El merendero’, que fueron parte de este mismo proceso jurídico-administrativo, serán devueltos próximamente a la familia de Pedro Rico en un acto organizado por la comunidad autónoma.