Según ha comunicado Comisiones Obreras, los trabajadores por cuenta ajena y autónomos contagiados por el coronavirus (COVID-19) o que estén en aislamiento preventivo, podrán cobrar una prestación económica que entrará en vigor el doce de marzo.
El Boletín Oficial del Estado, (BOE), ha publicado el Real Decreto-ley 6/2020 de 10 de marzo que incluye medidas urgentes en el ámbito económico y de la salud pública derivada del coronavirus en España, en la que están descritas las consideraciones para los trabajadores autónomos que estén contagiados o tengan que tener aislamiento por ello.
En este sentido, dicha situación será considerada accidente laboral para el autónomo y para los trabajadores por cuenta propia. De igual forma, tendrá especial relevancia en el cobro de las prestaciones derivadas de la baja, esto es, que se pasará a cobrar el 75 % de la base reguladora y lo hará desde el día siguiente a la baja médica. En el caso de los otros trabajadores por cuenta propia que cotizan por la mínima se cobrarán 23,61 euros al día desde el día siguiente a la baja por enfermedad.
La prestación entrará en vigor desde el 12 de marzo y aunque no estén infectados pero estén en aislamiento preventivo, decretado por la autoridad correspondiente del Servicio de Salud Público, se considerará dicha remuneración (para ello, los trabajadores autónomos tendrán que estar dados de alta en la Seguridad Social).
La cantidad será abonada por la mutua colaboradora o la entidad gestora con la que cada empresa o autónomo tenga concertada la cobertura de accidentes derivados del trabajo y/o enfermedades profesionales.
Por otro lado, los trabajadores autónomos y los empresarios tendrán una moratoria en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social para tres mensualidades consecutivas en las zonas geográficas que sean determinadas. Las cotizaciones aplazadas podrán ser abonadas en el plazo de un año sin recargos ni intereses según ha comunicado la ministra, María Jesús Montero.
Esta medida se ha adoptado tras trasladar oficialmente que entre las medidas extraordinarias que incluían el teletrabajo, se eviten despidos, se faciliten ayudas y los trabajadores afectados en cuarentena eviten a su vez, agotar sus prestaciones. De esa forma, será equiparada a una baja laboral por accidente de trabajo.
El criterio publicado por la Seguridad Social, establece que “los períodos de aislamiento preventivo a que sean sometidos los trabajadores como consecuencia del virus SARS-CoV-2 serán considerados como situación de incapacidad temporal derivada de enfermedad común, y durante los mismos los afectados tendrán derecho a las correspondientes prestaciones, cumplidos los demás requisitos en cada caso exigidos, y los términos y condiciones establecidos por las normas del Régimen de la Seguridad Social en que se encuentre encuadrado el trabajador”.
Por su parte, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, UPTA, ha considerado que al menos, habrá un 25 % de pérdidas de los ingresos netos anuales por la crisis derivada de este aislamiento forzoso. En algunas profesiones como la hostelería o el turismo se verán agravadas las pérdidas y realmente a día de hoy no se pueden cuantificar porque la duración de estas medidas es desconocida.
En ese sentido, hay que valorar que los trabajadores autónomos tendrán que hacerse cargo de los establecimientos que estén abiertos al público, así de los costes derivados de ello, porque si cierran podrían perder su negocio. La entidad también ha reclamado el aplazamiento de la liquidación de impuestos directos e indirectos como son el IVA y el IRPF y solicitan financiación directa de vías públicas como es el ICO
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