Investigadores españoles han constatado que el uso de anticoagulantes puede mejorar la supervivencia de los pacientes afectados con COVID-19, dado que su uso previene de ictus o infartos.
El hallazgo, que ha sido publicado en el The Journal of the American College of Cardiology (JACC), dirigido por el prestigioso cardiólogo, Valentín Fuster y demuestra que el uso de anticoagulantes (que son los fármacos que ralentizan la coagulación de la sangre), pueden desempeñar un papel importante en el abordaje de esta enfermedad, dado que evita accidentes cardiovasculares derivados de estos episodios que comporta la COVID-19.
De igual forma, recuerda, que el uso para este fin, debe ser cauteloso dado que cada paciente debe ser estudiado una vez que ingresa en urgencias y, por tanto, si han dado positivo, debe valorarse el manejo de anticoagulantes a tal efecto. Se ha comprobado a lo largo de estos dos meses, que muchos enfermos podían tener complicaciones derivadas del coronavirus precisamente por los coágulos o trombos que se provocaban que eran y son, potencialmente mortales.
Estos eventos tromboembólicos, producen miocardios, arritmias, lesión miocárdica, trombosis venosa o arterial, embolia pulmonar, ETV u otros episodios mixtos de difícil manejo que han ocasionado, como consecuencia de ello, una parada cardíaca.
En todos los pacientes del estudio, se han comprobado que los parámetros respecto a la coagulación de la sangre han sido anormales y también, en algunos casos, tenían los niveles de D-dímero elevados. La administración ante esta sospecha de anticoagulantes ha evitado muchas muertes, porque ha detenido episodios como los descritos; algo que en palabras del doctor Fuster ha sido un éxito absoluto y, por tanto, han procurado también una mayor supervivencia en la UCI.
Este trabajo esperan que sea ampliado y que la muestra con otros pacientes pueda precisar las dosis correctas a la hora de que vuelva una segunda ola de coronavirus en España.
Los anticoagulantes son fármacos que impiden la coagulación de la sangre. Estos se utilizan, principalmente, en pacientes con valvulopatías o síndrome coronario agudo y su empleo requiere ciertas precauciones. En la patología cardiaca, se utilizan estas heparinas (fundamentalmente la enoxaparina o fondaparinux; heparinas de bajo peso molecular) que son esenciales en el tratamiento del síndrome coronario agudo (angina inestable o infarto de miocardio). También es imprescindible durante el cateterismo, para prevenir que se formen coágulos al introducir los catéteres y ponerlos en contacto con la sangre, y al manipular las arterias coronarias. En ocasiones se pueden utilizar en caso de fibrilación auricular o trombosis venosa.
[…] inmunodepresión en algún grado o aquellas que utilicen fármacos que comprometan las enfermedades autoinmunes o autoinflamatorias pueden ser víctimas de un proceso agudo […]