Debido a la pandemia por coronavirus (Covid-19), las pseudociencias intentan hacer su agosto con curas, alivios y panaceas que no dejan de sorprender a la comunidad médica. Ni la medicina tradicional china ni otras pseudoterapias son efectivas a la hora de detener o prevenir esta enfermedad.
Ni dietas alcalinas, ni homeopatía, ni hierbas, ni nada que tenga que ver con mantener el pH alcalino porque este, recuerda la comunidad médica, no enferma. No existe base científica que ampare que una persona, alimentándose de una u otra forma, obtiene mejores expectativas a la hora de evitar un contagio por un virus. Ni la comida ecológica, ni las hierbas, ni otras gotas pueden aliviar o mejorar los síntomas una vez contagiados.
Los bulos corren por las redes sociales y existen muchas personas que ya están tomando zumo de limón diluido en agua, cúrcuma a grandes dosis, pimienta negra para reforzar el sistema inmunológico, aceite de oliva, bicarbonato de sodio, cloruro de magnesio, hígado de cerdo, zumos de zanahoria, té de hinojo, etc. etc. Ninguno de estos alimentos evitan ni curan ninguna enfermedad, pero tampoco evitan una viriasis sea de la etiología que sea.
En este caldo de cultivo, en donde el terror, el pánico y el desconocimiento se entremezclan, los llamados médicos alternativos (algunos incluso licenciados en Medicina) olvidan transitoriamente la ética y deontología hipocrática, para lucrarse de personas vulnerables que tienen miedo a enfermar.
Por ello, el Gobierno de España advierte de que lo que difunde el lobby de las terapias naturales, contra quienes están luchando desde hace meses, es un fraude, y recuerda el Ministerio de Ciencia y el de Sanidad, que solo existe una medicina, la que se practica en los hospitales públicos españoles, que es la que va a atender, atiende y cura a los pacientes que han contraído el coronavirus Covid-19.
La Fundación de Terapias Naturales ha enviado una información a los medios para que se difundan las bondades de la medicina tradicional china, la fitoterapia y la naturoterapia, para combatir los primeros síntomas y prevenir el contagio, y es responsabilidad de estos no alentar a la población con falsas terapias que no ampara la comunidad científica y que no disponen de avales, estudios científicos y pruebas a tal efecto.
El Gobierno trabaja para combatir este tipo de pseudociencias de forma concreta en el Plan para la protección contra la salud #ConPrueba frente a estos servicios, dado que no existe evidencia científica y no los ampara tampoco la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ni existen estudios clínicos que los avale ni tampoco existe éxito respecto al uso de estas hierbas o tratamientos que justifican este grupo de estafadores. De hecho, bajo la sospecha de manipulación de datos, la medicina tradicional china se ha hecho su nicho en el mercado basándose en prácticas que no están homologadas ni tienen pruebas de ser efectivas. Muchos de estos pseudomedicamentos se distribuyen en herbolarios sin control alguno y en pseudoclínicas, en donde las palabras eco, bio, natural, están presentes en todos sus carteles.
Asimismo, el Gobierno recuerda a la población que los tratamientos que no están vigilados por la comunidad médica, no solo podrían evitar la curación, sino que pueden entorpecer un tratamiento pautado, producir efectos secundarios, y causar otros daños, entre ellos, el hepático, ya que interaccionan con otros fármacos y evitan que estos realicen su cometido.
La «Fundación Terapias Naturales» es una marca comercial registrada en 2018 por la «Fundación Salud y Naturaleza”, según cita Fernando Frías, abogado y activista contra las pseudoterapias, que recuerda que esta organización “se ha dedicado también últimamente a perseguir judicialmente a quienes critican las actividades de sus patronos”.