La compra de un motor nuevo para el coche implica un gasto importante que puede afectar significativamente la economía familiar. Afortunadamente, existen las empresas de desguaces, lugar donde podrás adquirir una máquina de segunda mano, en perfecto estado y, así, solucionar este problema con una mínima inversión.
Los desguaces antes estaban asociados con la última parada de los vehículos, ese lugar al que van cuando ya no sirven para nada. Sin embargo, hoy en día se trata de una fuente de oportunidades para quienes buscan piezas de repuesto a precios competitivos.
La venta de motores usados en este tipo de centros ha experimentado un auge en los últimos años debido, principalmente, a la gran cantidad de ventajas económicas y ambientales que ofrecen frente a otras alternativas.
Calidad y fiabilidad
Contrario a lo que podrías imaginarte, las piezas que puedes conseguir en un desguace generalmente se encuentran en excelentes condiciones, a pesar de que sean de segunda mano.
Esto se debe principalmente a que en estos centros cada una de las piezas se someten a una inspección exhaustiva antes de ponerlas en venta, garantizando así que se encuentren en buen estado y funcionen a la perfección.
Al ser piezas extraídas directamente de otros vehículos, puedes asegurarte de que la gran mayoría que conseguirás son originales, por lo que encajarán perfectamente en tu coche.
Y, si no sabes qué motor o componente comprar, el personal de los desguaces normalmente cuenta con los conocimientos técnicos necesarios para asesorarte de la mejor manera en tu compra.
Ventajas económicas
La principal razón por la que miles de personas se decantan por adquirir piezas de un desguace es por los precios competitivos y por el inmenso ahorro económico que esto representa.
Y es que, comprar en estos lugares puede resultar en precios de hasta un 50 por ciento más baratos que los que puedes encontrar en las tiendas normales.
En los desguaces también puedes encontrar un vasto inventario de diferentes repuestos para tu coche, en diferentes marcas y modelos, por lo que encontrar justo lo que estás buscando es muy fácil.
Además, en muchos casos los desguaces ofrecen garantías al comprar en ellos, así que si el motor de coche segunda mano que adquiriste vino con algún fallo, no tendrás de qué preocuparte.
Y si aun así necesitas encontrar el motor a un precio más bajo, en los desguaces casi siempre existe la posibilidad de negociarlo.
Ventajas ambientales
Más allá del dinero que te puedas ahorrar comprando piezas de segunda mano en desguaces, esto también tiene un impacto positivo en el medio ambiente, debido a que al reutilizar componentes que todavía funcionan estás reduciendo la demanda de materias primas.
Estos centros también se encargan de desmantelar los vehículos de la forma correcta separando los componentes reciclables y evitando que todo termine en un vertedero.
La producción de piezas y motores de coche nuevos genera una inmensa cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que al optar por comprar en un desguace reduces la huella de carbono.
Así que, si quieres conseguir piezas a precios bajos y contribuir al cuidado del medio ambiente mientras lo haces, acudir a un desguace es tu mejor opción.
¿Cómo comprar en un desguace?
Comprar en un desguace no es más difícil que en una tienda convencional, pues se trata de un proceso bastante sencillo y completamente seguro.
Lo primero que debes hacer es buscar un desguace. Puedes encontrarlos fácilmente en redes sociales o en internet, y puedes aprovechar para consultar su catálogo.
Si tienen la pieza y el modelo que necesitas, puedes acudir al desguace para comprobar su estado, o incluso solicitar que te la envíen a domicilio si cuentan con ese servicio.
Si no consigues la pieza o no sabes exactamente lo que necesitas, puedes consultar con sus asesores para que te guíen durante tu compra.
Finalmente, debes recordar solicitar una factura como comprobante, ya que así podrás reclamar al desguace en caso de algún problema.