Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha buscado descifrar las claves del engaño. La mentira, presente en todos los ámbitos de la vida, puede generar desde leves incomodidades hasta graves consecuencias. Si bien no existe un método infalible para detectar una mentira, la ciencia ha aportado valiosas herramientas para discernir la verdad del engaño.
La ciencia, la tecnología, las artes de la investigación han intentado desde siempre trabajar en pro de conseguir la verdad y de detectar las mentiras. Y aunque esto puede tener ciertas connotaciones polémicas, hay sectores en los que saber si alguien está siendo totalmente honesto y transparente será crucial. Campos como la terapia de pareja o la sexología, donde servicios profesionales como los de Psicología Clara López pudieran ser recomendables, están entre esos en los que saber si alguien está mintiendo o no, puede ser significativo y transformador.
Al mismo tiempo, es en el campo de la psicología donde muchos de los avances científicos y de análisis verbal y no verbal han servido para encontrar puntos comunes que tienen las personas que son honestas, que son confiables, para diferenciarse de aquellas que no lo son.
La importancia de la honestidad y la transparencia en determinados contextos
Ya antes se hacía referencia a la importancia de trabajar en la honestidad y la transparencia, siendo pilares para el éxito en determinados contextos. Y uno de los contextos en los que se resaltaba este hecho es el de la terapia de pareja y la sexología, pero también en todo lo relacionado con la Psicología en Madrid.
Mucho se habla de cómo ha avanzado la psicología en cuanto a permitir que las personas ganen en su calidad de vida y en las herramientas para vivirla de mejor manera. Pero ningún método será fiable ni aprovechable en su totalidad si los pacientes y las personas involucradas no trabajan con la verdad como principal valor, sino que incluso omiten información, evitan tocar ciertos temas o sencillamente están mintiendo.
Por la misma razón es en el campo de la psicología donde se pueden encontrar más detalles acerca de cómo descubrir cuando alguien está mintiendo, y cómo se puede hacer para abordar tales situaciones.
Decir la verdad, clave para el éxito en terapia psicológica
Tomando como ejemplo la terapia online, la terapia de pareja y la sexología como especialidad psicológica, pero no siendo inflexibles al respecto, se pudiera establecer un indicador claro entre el éxito percibido y la verdad y la honestidad en cuanto a los pacientes:
- Una base de confianza: para trabajar en solucionar problemas, es necesario tener un ambiente propicio para lograrlo. Para ello, es necesario sentirse seguros, cómodos y sabiendo que todas las partes están siendo honestas. De lo contrario, la confianza se erosiona.
- Diagnósticos precisos: si se omiten detalles o no se cuentan todas las experiencias, problemas o deseos, se corre el riesgo de que los diagnósticos estén sesgados y por ende los tratamientos no sean efectivos.
- Abordaje de causas subyacentes: la honestidad y la transparencia permite que los profesionales encuentren las causas reales de los problemas. A veces lo que se ve a simple vista es solo una consecuencia. Para ello, claro, hay que evitar mentir.
- Comunicación abierta: la falta de honestidad, verdad y franqueza en la comunicación entre familiares, pareja o amigos, es la causa común de muchos problemas.
¿Se puede saber, según la ciencia, si alguien está mintiendo?
Visto lo anterior, se pudiera afirmar que los psicólogos son profesionales que entre otras cosas, deben desarrollar habilidades para saber cuando un paciente está diciendo la verdad. De hecho, el éxito de su trabajo dependerá de lo bien que se sepan interpretar cada uno de esos detalles. Y se puede hacer, desde luego.
Determinar si alguien miente con total certeza es una tarea compleja que la ciencia aún no ha logrado dominar. Sin embargo, diversos estudios en el campo de la psicología, el análisis conductual y el análisis verbal y no verbal han arrojado luz sobre los indicadores que pueden sugerir un engaño.
En el ámbito de la psicología y desde una perspectiva bastante general, se ha identificado el Síndrome del impostor como un rasgo común en las personas que tienden hacia la mentira como recurso o modus vivendi. Quienes lo padecen suelen experimentar dudas sobre sus propias capacidades y un temor constante a ser descubiertos como fraudes.
Análisis conductual, un recurso valioso aprovechado por especialistas
El análisis conductual se centra en observar patrones de comportamiento que pueden delatar la mentira. Entre los más comunes se encuentran:
- Microexpresiones faciales: fugaces expresiones faciales que revelan emociones ocultas.
- Movimientos oculares: cambios en la dirección o frecuencia de los parpadeos o evasión del contacto visual.
- Incoherencias en la comunicación: contradicciones en la historia, cambios repentinos de tema o dificultad para responder preguntas.
- Lenguaje corporal: movimientos nerviosos, sudoración excesiva o cambios en la postura.
Análisis verbal, una perspectiva utilizada por psicólogos
El análisis verbal se enfoca en el lenguaje utilizado por la persona. Algunos indicadores potenciales incluyen:
- Exceso de detalles irrelevantes: el mentiroso puede incluir información innecesaria para desviar la atención de la verdad.
- Falta de detalles clave: omitir información importante que podría incriminarlo.
- Cambios en el tono de voz: la voz puede tornarse temblorosa, aguda o con un tono inusualmente alto.
- Repetición de frases o palabras: el mentiroso puede repetir las mismas frases o palabras para darse tiempo para pensar o para sonar más convincente.
Es bueno destacar que estos indicadores no son pruebas definitivas de mentira. Esto mucho tendrá que ver con el contexto en el que se encuentren las personas, la personalidad y hasta el nivel de estrés al que esté siendo sometido en ese momento. Muchas personas pueden tener ciertos episodios que coincidan con algunas de las tendencias de análisis conductual o verbal citados antes, pero no por eso ser mentirosas al uso.
Sin embargo, y esto es algo que revela tanto la ciencia como la recomendación de profesionales, si hay una tendencia al engaño o ya se mantienen algunas de las actitudes anteriores como un rasgo identitario, las posibilidades de estar ante alguien que miente con frecuencia serán mucho mayores.