Existen remedios caseros que ayudan a que el pescado deje el mínimo olor en la cocina, pero, lo más infalible es conseguir un género fresco.

La capital de España es uno de los centros comerciales más importantes del país y aunque esté a casi cuatrocientos kilómetros de la costa más cercana, también ofrece una gran variedad de pescado fresco. Sin duda, el truco principal está en la logística y en el buen hacer del sector. 

Además de tener un buen género, gracias, en gran medida al transporte de pescado fresco Madrid los consumidores finales también buscan sus trucos para sacar el máximo provecho a cada pieza. También es habitual que el pescado, por sus particularidades, ofrezca en la cocina ciertos olores que gustan evitar y es por eso que han proliferado los trucos para que, a la hora de cocinar pescado, no tenga por qué oler toda la casa. 

Así pues, a continuación se van a exponer esos remedios caseros y sencillos que, en mayor o menor medida, dan los resultados que se buscan. Desde neutralizar el olor, a absorberlo, todo vale si con ello se obtiene el beneficio que se busca. 

Algunos trucos que pueden dar resultados

Llegados a este punto, toca el momento de describir en qué consisten esos trucos sencillos, pero que a muchas personas les resultan útiles a la hora de cocinar pescado para que los olores no impregne la casa. 

  • Papel de horno con aceite: colocar un papel de horno en el fondo de la sartén donde se va a asar el pescado, con un chorreón de un buen aceite de oliva ayuda que se absorba la mayor parte de esos líquidos que provocan el olor posterior y, en cierto modo, resulta bastante práctico. 
  • Cocer agua con vinagre: el vinagre es un buen antiséptico y además evaporar sus partículas hace que se neutralicen las que suelta el asado del pescado. No hay que olvidar que el vinagre tiene un amplio uso en la limpieza del hogar y aquí se desgrana otro de sus beneficios. 
  • Que el pescadero quite bien las vísceras: esta es una gran evidencia, pero sí, las vísceras son, en general, las partes del pescado que desprenden más olor, por eso, evitar tener que limpiarlo en casa y llevar cada pieza perfectamente limpia ayudará a evitar esos olores. 
  • Que el pescado sea fresco: entronca con lo anterior, un buen pescado fresco tiene un olor agradable y, por supuesto, es la razón principal que hace que su cocinado no resulte con olores desagradables, sino los propios de su naturaleza.  

Saber comprar un buen pescado fresco

Evidentemente, que llegue un buen pescado a la capital es porque el transporte refrigerado de pescado Madrid lo llevan a cabo empresas de logística con un enorme interés en custodiar la cadena de frío y conservar las piezas en su esplendor. En tal caso, los mercados de abastos y las pescaderías de barrio que son clientes de estas empresas logísticas serán un centro ideal para comprar los mejores ejemplares de pescado fresco. 

Para ello, estas empresas logísticas tienen una gran destreza a la hora de elegir el mejor género en las lonjas con el afán de llevar a sus exposiciones de venta variedad y frescura. Garantizar un transporte refrigerado ayuda a que las condiciones del pescado permanezcan igual que cuando el armador o pescador lo sacó del agua. Ese es el objetivo que se marcan día a día estos profesionales. 

¿Cómo saber si un pescado es fresco de verdad? La guía definitiva

Por último, es muy necesario saber identificar cuando un pescado es totalmente fresco y, por ende, ofrecerá todo el esplendor nutricional, de sabor, textura y cocinado que se le presume. Habrá que fijarse en:

  • Escamas metálicas, bien adheridas a la piel y elásticas: pues sí, es fundamental que el aspecto exterior ofrezca esa vigorosidad, que no se observe una capa blanquecina entre las escamas, ni que estas estén abiertas, todos síntomas de que el pescado no es fresco. 
  • Ojos vivos y con brillo: este truco es de los más infalibles, observar que el ojo del pescado que se compra está brilloso, como recién pescado es lo que determina su frescura. Por eso, quizás, es en lo que más se deben fijar los clientes. 
  • Olor fresco a agua salada o dulce, pero no amoniacado: el olor es esencial, el pescado fresco tiene un olor a agua, humedad del medio en el que vive, si la pieza desprende un olor fuerte parecido al amoniaco, bandera roja. 

En resumen, es posible consumir un pescado fresco en Madrid y cocinarlo sin que suponga que los malos olores invadan la cocina gracias a sencillos trucos caseros. 

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