Lo mejor de abrir los colegios, institutos, universidad… y hacer posible una enseñanza presencial, estando el virus de por medio, es que éste puede campar a sus anchas si no se le ponen trabas a su transmisión. Dichosas las asintomáticas y asintomáticos porque de ellos es el reino de los contagios.
En las aulas de los colegios y demás recintos donde se imparten clases presenciales, estaba claro desde el principio que iban a ser un foco de propagación del virus, si no se ponían los medios adecuados para impedirlo, cosa harto difícil si precisamente al estar en contacto, se le da ventaja al bicho.
Una de dos, o se aplican protocolos adecuados para evitar los contagios y la propagación, o se aplica un desbarajuste, y el coronavirus pueda campar a sus anchas. Todo esto está mediatizado por la voluntad de querer cuidar la salud de las personas o bien el sálvese quien pueda, mientras la sanidad y las y los profesionales sanitarios, entre tanto agotamiento puedan…
ASINTOMÁTICOS
Ríete tú de la restricción de zonas,
mientras el virus lo esparzan personas
que van por la vida como si tal cosa,
más frescos que una rosa.
¿Cómo va a estar esto resuelto
si hay tanto asintomático suelto?