«Civil War» de «Civil War», de Alex Garland, una guerra sucia y despiadada que se presiente en el horizonte

«Para que dejemos de mirar a otro lado, ‘Civil War’ trae la guerra hasta nuestro jardín» (Huffington Post)

«Civil War», distopia postapocalíptica del visionario cineasta británico Alex Garland («28 días después», «Ex Machina», «Aniquilación», «Men»), nos invita a acompañar a un equipo de reporteros por unos Estados Unidos inmersos en una guerra, en la que las partes acaban uniéndose para luchar contra el régimen de un presidente con tintes fascistas, que reúne muchos de los caracteres del Trump que estos días se sienta en Nueva York en el banquillo de los acusados.

Espectaculares imágenes que figuran ser el Washington DC presidencial son el teatro de operaciones de una guerra en la que se suceden helicópteros, tanques de asalto y armas pesadas, para conformar una historia de política ficción que linda con la realidad,  protagonizada por Kirsten Dunst («El poder del perro»), Cailee Spaeny («Priscilla», ganadora de la Copa Volpi en el íltimo Festival de Venecia), Wagner Moura (la serie «Narcos»), Nick Offerman («Golpe a Wall Street») y Jesse PlemonsLos asesino de la luna»).

Un autentico blockbuster, una historia de política-ficción con un reparto estelar, que el escritor Stephen King, maestro del bestseller, ha calificado de «película fantástica, con un ritmo formidable, mucho músculo y nada de grasa», y que viene a ratificar que la guerra «es sucia, despiadada, y a su paso va quemando todo: los paisajes, los edificios y las personas» (francetelevisions.fr).

Los mejores realizadores del otro lado del atlántico tienen la virtud de exorcizar sus demonios, de trabajar sobre su historia, de plantear sus temores en situaciones que suceden ahora mismo (o que acaban de suceder). 

En «Civil War[1]» acompañamos a un equipo de periodistas – Lee, Jessie, Joe y Sammy- en su periplo de Nueva York a Washington, a través de unos Estados Unidos asolados por una guerra fratricida, con el objetivo de ser los primeros en entrevistar al presidente destituido, un presidente dictatorial amenazado por «las fuerzas del oeste». Es la primera vez que Jessie ha tenido que enfrentarse a los horrores de la guerra; Lee, Joe y Sammy son, en cambio, periodistas acostumbrados a patear por los escenarios de combate.

En las diferentes etapas del viaje nos vamos enterando de algunos aspectos específicos de esta particular guerra interrumpida por algunos momentos de distensión, unos «paréntesis que son anomalías en la guerra» porque la realidad es otra: los combates entre facciones, las poblaciones desplazadas y los campos de refugiados; y también quienes se aprovechan de la guerra para llevar a cabo atrocidades «en nombre de sus ideales o de sus prejuicios» (Huffington Post), y quienes miran para otro lado y cierran los ojos ante la realidad que aparece en periódicos y televisiones. 

«Civil War» recuerda la importancia de los periodistas y de las imágenes que transmiten en las guerras, por difíciles de contemplar que resulten. Eligiendo para contar esta historia un país occidental en el que, al día de hoy, parece imposible pensar en una guerra, el realizador Alex Garland nos pone en guardia acerca de la realidad que tiene lugar aquí al lado, donde tantas personas están sobreviviendo en situaciones de conflicto armado.

Ucrania, Gaza, Haití, Siria…una realidad que a veces ignoramos a pesar de las fotografías, los reportajes y los documentales que dan testimonio de lo que está ocurriendo, En cierta manera, «Civil War» escenifica la confrontación Biden-Trump con vistas a la elección presidencial del próximo 5 de noviembre de 2024, respondiendo «al clima de la campaña presidencial que actualmente tiene lugar en Estados Unidos, (…) donde el miedo a una guerra civil se remonta a los orígenes del Nuevo mundo: escenario de una revolución en 1776 y de una guerra civil entre 1861 y 1865» (Jackie Bornet. francetv. Info.fr).

Para la ensayista francesa Dominique Simonnet, «Civil War» es «una metáfora de la oposición total entre dos campos políticos incompatibles. Trump trata a sus oponentes de alimañas, una retórica que evoca a Hitler, promete ‘un baño de sangre’, habla de ‘venganza’, el debate político alcanza un nivel de violencia verbal desconocido, aunque el fenómeno no es nuevo en Estados Unidos» mientras que hay quienes siguen sin reconocer la elección de Biden, «continúan diciendo que les robaron la elección y cuestionan la legitimidad del presidente». 

Llegados a este punto es obligado reconocer que la película es el otro lado del espejo de Estados Unidos…pero no solo. Basta con que echemos una mirada a nuestro alrededor para que nos asalte el temor de que se repitan escenas como las que hace cuatro años se vivieron en el asalto al Capitolio.

«Civil War» llega a la cartelera madrileña el viernes 19 de abril de 2024

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