Las autoridades de Israel han liberado a seis sospechosos de participar en la noche del domingo 26 de febrero en los ataques de cientos de colonos israelíes contra los palestinos en la gobernación de Naplusa, en la Cisjordania ocupada, en los que incendiaron decenas de automóviles, casas y huertos; y agredieron físicamente a los residentes, incluso con barras de metal y piedras; iniciativa que ha motivado una condena de Amnistía Internacional por «la impunidad para los perpetradores de la violencia contra los colonos».

Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha declarado: «Bajo el sistema de apartheid de Israel, reina la impunidad. A pesar de la intensidad y escala de los ataques del domingo, que resultaron en la muerte de un palestino y cerca de cuatrocientos heridos, y a pesar de una rara muestra de condena internacional de la violencia de los colonos, la policía israelí liberó ayer (2 de marzo 2023) a seis sospechosos que fueron arrestados en relación con el ataques. Mientras tanto, otros dos han recibido órdenes de detención administrativa, que violan el derecho internacional. Las autoridades israelíes han permitido e incitado durante mucho tiempo los ataques de los colonos contra los palestinos y, en algunos casos, los soldados han participado directamente».

Añade que «la violencia de los colonos respaldada por el Estado es endémica en la Cisjordania ocupada. Pueblos y aldeas como Huwara, que fue el epicentro de los ataques del domingo, son blanco frecuente porque están rodeados de asentamientos ilegales. Por ejemplo, en octubre de 2022, los colonos irrumpieron en una escuela en Huwara donde rompieron ventanas y golpearon a profesores y alumnos; menos de dos semanas después, se incendió un café y grupos de colonos agredieron a los residentes palestinos con tuberías y piedras».

Un estudio de la organización israelí Yesh Din encontró que el 93 por ciento de todas las investigaciones sobre ataques de colonos contra palestinos en Cisjordania ocupada se cerraron sin una acusación en el período entre 2005 y 2022, y más del ochenta por ciento de las quejas de los palestinos a la policía israelí no fueron investigados en absoluto.

El miércoles 1 de marzo, en un claro ejemplo del vínculo entre el estado y la violencia de los colonos, el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, dijo que Huwara debería ser «borrado de la tierra» por el estado israelí. Ese mismo día, dos colonos israelíes, ambos civiles, fueron asesinados ilegítimamente en un ataque con disparos cerca de Huwara.

Amnistía Internacional reitera su llamamiento a las autoridades israelíes para que eliminen todos los asentamientos, considerados crímenes de guerra según el derecho internacional, y para que desmantelen su sistema de apartheid contra los palestinos: «El apartheid es un crimen de lesa humanidad y la violencia contra los civiles continuará mientras exista».

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