La siniestralidad laboral vuelve a mostrar su rostro más trágico en la Comunidad de Madrid. Solo en este mes de junio 2025 se registraron cinco accidentes mortales ―ninguno «in itinere»―, lo que supone un repunte del diecisiete por ciento respecto al mismo mes de2024.

Cuatro de las víctimas trabajaban en la construcción y una en la industria. Al mismo tiempo, los dos principales sindicatos cifran en 44 las personas fallecidas en los seis primeros meses de 2025 y advierten de que las patologías no traumáticas, como infartos o derrames, se mantienen como la primera causa de muerte en el trabajo.

Durante el mes de junio 2025 se contabilizaron 7579 accidentes laborales, 1139 más que en 2024. De ellos, 6289 ocurrieron en jornada y 1290 al ir o volver del puesto de trabajo.

Según CCOO de Madrid, las cinco muertes del último mes se dividen en dos caídas desde altura y dos patologías no traumáticas en el sector de la construcción, más otra caída mortal en la industria.

«Nos encontramos ante un problema humano, social y político que exige medidas efectivas inmediatas», advierte el sindicato.

La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) subraya que, en lo que va de año, 44 personas han perdido la vida «por el simple hecho de trabajar», un 15,79 por ciento más que en el mismo periodo de 2024. En ese semestre se han declarado 43.107 siniestros, de los que 35.609 ocurrieron durante la jornada y 7498 fueron «in itinere».

La alarma sindical se centra especialmente en las patologías no traumáticas (PNT). «En lo que llevamos de año, veintidos trabajadores madrileños han fallecido por infartos, derrames cerebrales u otros episodios similares», denuncia UGT, reclamando que estas dolencias se reconozcan como enfermedades profesionales para facilitar su prevención.

Pedro Fuentes Tejero, secretario de Salud Laboral y Medioambiente de UGT Madrid, exige reforzar la vigilancia: «Es imprescindible dotar de más recursos al Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo y a la Inspección de Trabajo para garantizar la protección de todas las personas trabajadoras».

El sindicato también insiste en aplicar el Real Decreto-ley 4/2023, que obliga a adaptar la jornada o reducirla cuando las altas temperaturas pongan en riesgo la salud de quienes trabajan al aire libre o en espacios sin climatización adecuada. CCOO coincide y añade que, con el cambio climático, los golpes de calor amenazan con agravarse durante este verano.

Sectores bajo lupa

La construcción vuelve a encabezar la estadística de mortalidad, concentrando cuatro de las cinco muertes de junio y buena parte de los accidentes graves. La repetición de caídas desde altura revela, en opinión de los sindicatos, déficits estructurales en la planificación preventiva, desde la elección de sistemas de protección colectiva hasta la formación real de los equipos.

Para CCOO, el aumento de subcontratas y la presión sobre los plazos de obra elevan el riesgo, mientras que la industria afronta problemas similares en tareas de mantenimiento y trabajos en cubiertas, tal y como refleja el siniestro mortal comunicado este mes.

Las patologías no traumáticas, por su parte, se disparan entre plantillas envejecidas y sometidas a ritmos intensos. UGT recuerda que “lo que no se ve, no se previene” y reclama protocolos de vigilancia específica de la salud, así como la reducción de jornadas y cambios de turno ante elevadas temperaturas o esfuerzos prolongados.

Un debate político pendiente

Los sindicatos acusan a la patronal y a la Administración regional de «banalizar» la prevención. Desde CCOO, se insiste en que la integración de la seguridad y salud en la gestión empresarial sigue pendiente, casi tres décadas después de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. UGT añade que muchas empresas delegan la prevención “en meros trámites burocráticos” sin evaluar los riesgos reales ni implantar medidas efectivas.

En la Asamblea de Madrid, la siniestralidad laboral apenas ha ocupado titulares durante el curso político, pese a las 44 muertes del semestre. La oposición prepara iniciativas para reforzar la Inspección, dotar con más personal técnico al Instituto Regional y aumentar las sanciones a las compañías reincidentes.

Mientras, la Consejería de Economía asegura que trabaja en un plan de choque con campañas sectoriales y formación específica, aunque sin concretar plazos ni presupuesto.

Mirada a la Unión Europea

La estrategia europea «Visión Cero» busca reducir a cero las muertes en el trabajo antes de 2030. España la suscribió en 2022, pero el ritmo de implantación de las nuevas directrices ―evaluaciones psicosociales, reducción de exposición a sustancias cancerígenas o digitalización de registros― avanza lento. UGT y CCOO reclaman que las comunidades autónomas asuman objetivos vinculantes y financien planes sectoriales acordados en el diálogo social.

La estadística revela más que números: son cinco familias que perdieron a un ser querido el mes pasado y 44 desde enero. Como recuerda CCOO, «no podemos permitir que morir trabajando se normalice». A la espera de que lleguen los refuerzos prometidos, los sindicatos intensificarán la presión para que cada obra, fábrica o carretera aplique medidas eficaces. Sin una respuesta firme, advierten, la curva de la siniestralidad seguirá creciendo y la consecución de la «Visión Cero» quedará aún más lejos.

DEJA UNA RESPUESTA

Escribe un comentario
Escribe aquí tu nombre