Cinco mitos (desmontados) sobre los vibradores vaginales

Los juguetes sexuales siempre han estado muy castigados. Vistos como algo «que no hace falta para el placer» y relacionados con la perversión, nos encontramos ante una herramienta que poco a poco se ha hecho más popular, que todo el mundo ha tenido presente en algún momento.

Sin embargo, puestos a hablar de aquellos que peor sientan, los vibradores vaginales ganan por goleada y es que, en lo que a mitos se refieren, siempre hay algo que tienen que desmentir, un motivo por el que no son bienvenidos. ¿Te gustaría saber cómo se ha tratado de cambiar el tema?

¿Cuáles son los mitos más populares de los vibradores vaginales?

Al hablar de vibradores vaginales lo estamos haciendo de un elemento hecho para el placer, esa herramienta que nos ayuda a experimentar más allá de los sentidos que hemos conocido, del propio cuerpo que tenemos. Con mucho que ofrecer, a continuación te dejamos con esos mitos que debes olvidar:

Se te va a caer la vagina

No. La vagina no se cae porque usemos consoladores ni nos introduzcamos ningún juguete sexual y es que, si están diseñados para el disfrute, su única función es llevarnos un poco más allá, hacer que el cuerpo -y la imaginación- vuele y pase de nivel. El sexo de las personas con vulva es elástico y al sacar el objeto volverá a su tamaño original. ¿Te animas ahora con ellos?

Pérdida de sensibilidad

No existe riesgo de pérdida de sensibilidad al usar un vibrador vaginal. En ocasiones se ha pensado que el disfrutarlos nos iba a crear adicción -siempre en el mal uso de la expresión- y que esto nos iba a llevar a un problema que no podríamos controlar. Sin embargo, los juguetes sexuales no son más que otra herramienta para ese placer que queremos experimentar, para conocer los límites de nuestros cuerpos y poder hablar de ellos.

Vagina que cede

El hecho de usar dildos no implica que la vagina vaya a ceder. Los juguetes eróticos no son más que un complemento, algo que nos ayuda a disfrutar más del sexo y a poder compartir con nuestra pareja. Desmontando la realidad que siempre nos han querido hacer creer, estamos ante un elemento que ha evolucionado mucho con el paso del tiempo y que ahora podemos utilizar mejor que nunca. ¿Vienes a hacerlo tú?

Pérdida del deseo por la pareja

No. Al usar juguetes sexuales no estamos perdiendo el deseo por nuestra pareja, simplemente buscamos otras formas de placer. Nada más lejos de la realidad, sabido es por todos que, si hacemos una buena recreación, podremos decir a nuestro acompañante que nos ayude con ellos, que queremos compartir con él/ella la experiencia que nosotros ya hemos vivido. ¡Déjate de tabúes!

Sólo para pervertidas

No será la primera vez -ni por desgracia la última- que escuches que los vibradores son sólo para pervertidas. La invisibilidad del placer femenino ha sido tan grande en toda nuestra historia, que cualquier cosa relacionada con él parece que hace daño, que no nos podemos acercar a otras formas de pasarlo bien. De esta manera, a la mujer que hace uso de este tipo de elementos, tratan de confundirla y de hacerle sentir que «no está bien» ¿De veras crees que algo tan bueno puede ser malo?

¿Por qué es positivo usar vibradores vaginales?

El uso de vibradores vaginales siempre será positivo. A razón de que nos estamos dando una nueva manera de placer, se puede decir que conviene contar con alguno en nuestra mesita de noche, que debemos echar mano de ellos cuando queramos o nos haga falta. Ayudando a que la mujer se conozca mejor y a saber qué es lo que necesita para alcanzar el orgasmo, seguro que tú también lo terminas agradeciendo.

Mejorando notablemente la sensibilidad de la vulva, también ofrece altos beneficios para la salud y es que, está más que comprobado que el aumento de la circulación sanguínea es mucho más activo cuando utilizamos juguetes sexuales que cuando nos negamos a usarlos. Perfectos para esas situaciones de estrés en las que sentimos que no podemos más, sin duda es un elemento que debemos tener muy presente.

Por otro lado, un consolador puede utilizarse también en pareja -tanto para explicar al otro qué es lo que queremos- como para que sea un juego más entre aquellos que los utilizan dentro de sus rutinas de alcoba. Conociendo todo esto, al pensar que un vibrador vaginal puede ser malo o perjudicial para las personas que lo meten en su repertorio es algo bastante equívoco.

Atendiendo a todo lo comentado, si siempre has querido hacer uso de jueguetes sexuales pero nunca te has atrevido, igual ahora es el momento de cambiar eso, de ponerse a disfrutar de otra manera en soledad o con nuestra pareja. ¿No te parece algo fantástico?

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