Madrid fue este sábado 4 de octubre de 2025 el epicentro de una de las mayores movilizaciones ciudadanas en apoyo a Palestina celebradas en España en los últimos años.
Convocada bajo el lema «Paremos el genocidio en Palestina. Fin al comercio de armas y relaciones con Israel», la marcha reunió a cientos de miles de personas que recorrieron el centro de la capital desde Atocha hasta Callao, exigiendo al Gobierno español coherencia entre su política exterior y el reconocimiento del Estado palestino.
Según los organizadores, la asistencia alcanzó medio millón de personas, mientras que la Delegación del Gobierno rebajó la cifra a 92.000. Pese a las diferencias, todas las fuentes coinciden en que fue una de las movilizaciones más multitudinarias celebradas en Madrid en 2025.
Convocantes y recorrido
La manifestación fue promovida por la Asociación Hispano Palestina Jerusalén (AHPJ), la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), la Campaña por el Embargo de Armas a Israel y las Asambleas de Madrid con Palestina, con el apoyo de decenas de entidades sociales, sindicatos, asociaciones de madres y padres y plataformas por los derechos humanos.
El recorrido —autorizado desde la glorieta de Atocha hasta la plaza de Callao— comenzó a las seis de la tarde y obligó a cortar el tráfico en ejes principales como el Paseo del Prado, Cibeles, Alcalá y Gran Vía, según informó el Ayuntamiento de Madrid.
Banderas palestinas, pancartas con mensajes de «No es una guerra, es un genocidio» y «Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá» marcaron la tónica visual y sonora de una marcha pacífica y diversa, donde participaron familias, jóvenes, colectivos feministas, estudiantes universitarios, sindicatos y partidos de izquierda.
Mensajes y demandas
Las organizaciones convocantes exigieron al Gobierno de España que suspenda de inmediato la venta y el tránsito de armamento con destino a Israel, rompa relaciones diplomáticas y comerciales con el Estado israelí y lidere en la Unión Europea una posición de embargo total de armas.
«No puede haber reconocimiento político sin coherencia práctica. España debe dejar de ser cómplice del genocidio en Gaza», señalaron portavoces de RESCOP durante la lectura del manifiesto final.
Una frase también muy repetida: «Ayuso, Almeida, iros a la mierda», ponía el acento en el desprecio de la ciudadania responsable madrileña por las burlas y descalificaciones de las últimas semanas de los mandatarios del PP en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, los más recientes relacionados con el ataque a la flotilla a Gaza.
Entre las demandas más reiteradas figuraron:
- El fin del comercio de armas y de los acuerdos militares con Israel.
- El establecimiento de un corredor humanitario permanente hacia la Franja de Gaza.
- La ruptura de acuerdos comerciales con empresas que operen en asentamientos ilegales.
- Y la asunción de responsabilidades internacionales por crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional.
Apoyo sindical y social
La movilización contó con el respaldo explícito de CCOO Madrid y UGT Madrid, que animaron a sus afiliados a sumarse a la protesta, aunque sin aportar simbología propia, para respetar que se trataba de una iniciativa ciudadana no partidaria.
En un comunicado, CCOO afirmó que «la solidaridad internacionalista con el pueblo palestino es una obligación ética y política», mientras que UGT reclamó «una acción diplomática más decidida de la Unión Europea y el cumplimiento del derecho internacional».
También se sumaron colectivos de docentes y familias que, días antes, habían denunciado la «censura escolar sobre Gaza» tras la retirada de carteles y símbolos de apoyo en centros educativos. «No nos van a callar», manifestaron docentes y padres durante una protesta previa.
Posición del Gobierno y de Amnistía Internacional
El Gobierno de España, que reconoció oficialmente el Estado palestino en mayo de 2024, insiste en su compromiso con el derecho internacional y ha anunciado medidas específicas para reforzar la ayuda humanitaria y promover sanciones contra los crímenes de guerra en Gaza.
No obstante, Amnistía Internacional considera insuficiente el alcance de esas medidas. En declaraciones recogidas por la Cadena SER, la organización celebró los avances diplomáticos del Ejecutivo, pero subrayó que «la complicidad internacional continúa mientras no se suspenda de forma inmediata todo comercio de armas con Israel».
Un clamor social que trasciende las cifras
Más allá del número de asistentes, la manifestación del 4 de octubre evidenció la magnitud del apoyo ciudadano al pueblo palestino en España.
La confluencia de sindicatos, movimientos feministas, asociaciones vecinales, oenegés y partidos políticos convirtió la cita en un hito de unidad social contra la impunidad en Gaza.
En el plano educativo y cultural, el debate sobre la libertad para expresar solidaridad con Palestina se ha convertido en un símbolo del derecho a la información y la libertad de conciencia, pilares esenciales de una sociedad democrática.
El eco de la manifestación ha vuelto a situar en la agenda pública el papel de España en la defensa de los derechos humanos y el cumplimiento del derecho internacional humanitario, una cuestión que, según las organizaciones, no admite ya tibiezas.