La Federación de Enseñanza de CCOO Madrid informa de que los centros educativos han recibido una circular que facilita el incumplimiento de las medidas sanitarias bajo la responsabilidad de los directores y directoras, orientaciones que suponen no seguir el acuerdo de la Conferencia Sectorial y de las instrucciones de inicio de curso en la Comunidad Autónoma, y ponen en riesgo la salud en los centros y la atención educativa que necesita el alumnado con garantías en la presencialidad. 

En la tarde del 31 de agosto, se envió a los centros de Secundaria y régimen Especial, a través de la Subdirección General de Inspección unas «orientaciones» de funcionamiento que suponen, en la práctica, eludir las medidas sanitarias cuando los centros no dispongan del espacio suficiente para garantizar la distancia de seguridad que han determinado las autoridades sanitarias de 1,2 metros, para alojar en el aula el número de alumnos que supone volver a las ratios prepandemias.

Según las instrucciones de las viceconsejeras de 23 de junio de 2021 sobre la organización de los centros en el contexto de la COVID-19, este curso se inicia en en septiembre de 2021 con el «Escenario de presencialidad I», que supone que todas las etapas y enseñanzas deben impartir sus clases con presencialidad total, pero manteniendo una distancia mínima interpersonal de 1,2 metros, además de otras medidas (mascarillas, ventilación, etc.). Esta distancia es ya la mínima a que obligan los acuerdos alcanzados en el marco estatal en materia sanitaria.

Sin embargo, de forma directa y desde la Subdirección General de Inspección, que no por parte de cada inspector o inspectora de los centros, se ha remitido a los correos institucionales de todos los centros educativos de la región unas orientaciones para aplicar las instrucciones de las viceconsejeras en las que se ha eliminado en el Escenario I toda referencia a la ESO, al Bachillerato, a los Programas Profesionales, a las Escuelas Oficiales de Idiomas y a las Enseñanzas Deportivas de régimen especial.

Y respecto de la Formación Profesional y las Enseñanzas Artísticas, lo único que se indica es que deben establecer medidas específicas para espacios singulares, medidas de prevención de riesgos y salud laboral y sobre personas ajenas al centro. 

Asimismo, en todo caso y para cualquier enseñanza de las señaladas, se omite toda mención a la obligatoriedad de mantener la distancia interpersonal de 1,2 metros, cosa que sí se contempla (para todas las enseñanzas) en el Escenario II en el que se señala expresamente que, de no ser posible una distancia de 1,5 metros, se pasará a la semipresencialidad a partir de 3º de ESO y en todas las demás enseñanzas de secundaria y régimen especial, y que esta distancia la comprobará el Servicio de Inspección correspondiente.

Para CCOO es un problema matemático, si este curso, al no haber bajada de ratios, habrá clases de bachillerato que pueden llegar a los 38 alumnos, y si una gran parte de las aulas en la Comunidad de Madrid no pasan de los 30 metros cuadrados. ¿Cuánto espacio queda para cada alumno?

Respuesta: En este caso, cada alumno tocaría a 0,7 metros cuadrados de espacio en el aula, y eso sin incluir espacio para el docente.

¿Cómo se puede mantener así una distancia de seguridad de 1,2 metros? Es imposible y el gobierno de Díaz Ayuso lo sabe. Por eso fuerzan a los centros educativos a ir en contra de las medidas sanitarias más básicas. 

«Es evidente -señala la secretaria general de la Federación de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín– que la única forma de mantener la distancia de 1,2 metros es rebajando la ratio, a lo cual se ha negado en redondo la Consejería, pese a que dispone de los recursos para ello, en concreto, unos 500 millones de euros provenientes de los Fondos de la UE y del Ministerio de Educación, cuyo destino debe ser precisamente ese, las medidas educativas por razón de la COVID-19 y, particularmente, reducir la ratio».

«El Gobierno de Ayuso –continúa- a través de la Consejería de Educación, descarga toda la responsabilidad en las espaldas de los directores y directoras, a los que obliga a incumplir la normativa, difuminando la aplicación de las medidas sanitarias a que están comprometidos, y obligándoles a asumir unas responsabilidades que no les corresponden, así como a los titulares de los centros privados y a los inspectores e inspectoras de cada centro en concreto».

CCOO considera estas «orientaciones» un ejemplo más de que la realidad que vive el alumnado y los profesionales en este inicio de curso no tiene nada que ver con los anuncios del consejero de Educación y la presidenta de Madrid en su permanente campaña de marketing y propaganda.

De hecho, con esta forma de actuar, se obliga a los centros, bajo su responsabilidad, a eludir el cumplimiento de la medida de distancia personal que, con las ratios prepandemia, no se pueden cumplir.

Es absolutamente inaceptable y CCOO ha exigido a la Consejería la retirada de las orientaciones y ha solicitado evaluación de riesgos laborales en los centros educativos a la Consejería de Educación y a través de los Comités de Prevención.

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