Carlos José Delgado Pulido es el líder del partido independiente Unión Por Leganés. Desde que consiguiera en 2003 su primera acta de concejal, lleva casi veinte años peleando por influir en la política local. Con distintos vaivenes políticos se ha convertido en un grupo de oposición sólido ante gobiernos tanto del PSOE como del PP, llegando tener seis concejales en 2015.

En esta legislatura, con cuatro concejales y siendo la fuerza más votada de la oposición por encima de PP y Unidas Podemos, trató de impulsar una moción de censura multipartidista contra el alcalde Santiago Llorente que no fructificó. Pero no se rinde. En esta entrevista con AquiMadrid pasa una durísima revista a la gestión del actual equipo de gobierno.

Francis Fernández: ¿Que esta pasando en el gobierno de Leganés? ¿Cómo calificarías la gestión del equipo de Santiago Llorente?

Carlos Delgado: Es un gobierno sin ilusión, sin proyecto, sin capacidad ni competencia profesional ni política. Lo integran personas que difícilmente encontrarían acomodo en la empresa privada en puestos de responsabilidad. La consecuencia es una gestión pésima, con todos los lastres habituales cuando se gobierna desde el sectarismo, el prejuicio ideológico y el caciquismo asentado en tantos años de gobierno donde al final se confunde un ayuntamiento con un cortijo.

FF: ¿Qué casos  de la gestión te parecen más llamativos?

CD: Es sangrante que se hayan perdido varios millones de euros en subvenciones tanto de la UE, del Estado o de la Comunidad de Madrid por no saber elaborar proyectos, no leerse las bases o no tener idea de qué hacer. Es lamentable convertir un ayuntamiento en una especie de administración de fincas donde el alcalde no es un líder político que ilusiona y empuja, sino alguien que se quiere desprender de sus competencias y responsabilidades, como cuando se entregaron los bomberos a la Comunidad de Madrid o se privatizan servicios como la grúa municipal, el laboratorio, los festejos, la limpieza viaria, los mantenimientos

Y ya cuando encima los juzgados te dan reiterados y heterogéneos varapalos por vulnerar derechos fundamentales, por no pagar en tiempo y forma, por decretar a los trabajadores al margen de la ley, que por no hacer bien las cosas en urbanismo o en obras se han derrochado millones… Duele en el alma ver que no se es capaz ni de usar adecuadamente los presupuestos, donde en el último ejercicio y con todas las necesidades que hay se dejaron 66 millones sin gastar y nos encontramos con actividades culturales que no se pueden celebrar o escuelas infantiles en precario porque el ayuntamiento no paga.

FF: ¿Crees que hay negligencia o incapacidad?

CD: Es una suma de ineptitud, pasotismo, soberbia y falta de respeto al vecino y al servicio público. No les gusta lo que hacen, les gusta mandar y el oropel del cargo. Es un gobierno de excusas y obsesiones, pero no de soluciones. Fíjense que siempre tiene alguien la culpa menos ellos: la tormenta Filomena, la guerra de Ucrania, un ciberataque, la intervención municipal, la oposición, las asociaciones de vecinos… Son como niños malcriados que se han encontrado con puestos directivos por ese poder mágico que otorga formar parte de la sigla PSOE.

FF: ¿Cómo es posible que un consistorio sea obligado por sentencia a cumplir con el pago a sus trabajadores?

CD: Esa pregunta se la haría cualquier persona. En cualquier otra organización, entidad, asociación o empresa quien provocara esto estaba de patitas en la calle. En el ayuntamiento de Leganés los concejales del PSOE creo que piensan que cuanto peor lo hacen más les van a votar los vecinos.

FF: ¿Por qué no se cumplen muchos de los acuerdos del Pleno?

CD: Porque la mayoría de ellos no tienen fuerza jurídica vinculante y, sobre todo, porque hay una nula voluntad política por parte del gobierno, que es el responsable y competente de ejecutar esos acuerdos. El PSOE vota a favor para evitar un titular de prensa donde se les ponga la cara colorada por negarse a esto o lo otro, pero meten los acuerdos en un cajón. Creen que la gente no tiene memoria para la política y no hay nada que no se pueda solucionar unas semanas antes de las elecciones con una chocolatada con churros, unos viajecitos a Benidorm o propaganda anunciando dibujos y planos de cómo van a convertir Leganés en Hollywood y que si gobernaran otros poco menos que llegaría el apocalipsis. Todo  mentira, pero muchas veces les ha salido bien en términos electorales.

FF: ¿En que quedó la falsa denuncia que te presentó Márquez?

CD: Bien lo has dicho, una falsa denuncia con la que quería acabar con mi carrera política y con la de mi compañero Aranzana. Ha sido lo más ruin, mafioso y lamentable que he vivido como concejal. Por suerte estaban los hechos grabados y toda esa farsa, con brazo en cabestrillo incluido por una fingida agresión, no hizo más que dejar desnudos en su maldad y mezquindad tanto al señor Márquez como al alcalde. Por supuesto que nos absolvieron, pero además los juzgados de Leganés lo procesaron por el delito de denuncia falsa y falso testimonio. Lo mandaron a juicio penal y le pusieron una fianza de 10.000 euros. Luego la Audiencia Provincial dictó un sobreseimiento provisional.

FF: Te presentaste por primera vez a las elecciones municipales en 2003. Llevas media vida luchando políticamente en Leganés. ¿Merece la pena?

CD: Eso me preguntan mi madre y mi mujer (jejeje). Es pura vocación, es, valga la metáfora, como un sacerdocio. Siento la necesidad de querer mejorar mi pueblo y contribuir en ello desde la política es mi manera de devolver a mi ciudad ese cariño y pasión que siento por ella. Cuando ves que ayudas a un vecino con las piernas amputadas a que le instalen una rampa, a que alguien que no sabe usar un ordenador y llora porque le hemos logrado concertar una cita previa o conseguir que una persona que vive en la indigencia pueda obtener una renta de inserción porque ha prosperado un recurso administrativo que hemos presentado, te das cuenta de lo muy satisfactorio que puede ser esta actividad. Claro que merece la pena, porque pocas cosas llenan más que sentir que puedes ser útil y transformar para bien la realidad.

FF: ¿Qué explicación tienes a la ascensión y caída del fenómeno Ciudadanos y en que ha afectado a ULEG?

CD: Tanto Podemos como Ciudadanos son dos fenómenos en declive que surgieron en el auge de lo que se denominó nueva política al calor del movimiento social tan transversal y de vocación transformadora como fue el 15M. Ninguno de los dos, especialmente Ciudadanos, ha sabido estar a la altura de esas expectativas. Demasiada dependencia del apoyo mediático, una moda que no se asentó en principios sólidos y un liderazgo mesiánico y narcisista. ULEG es precisamente precursor y pionero del 15M, surgimos ocho años antes, en 2003, por eso nosotros estamos menos afectados por olas y modas. Nuestra trayectoria, nuestro arraigo, nuestra propuesta política está asentada, genera certezas, seguridad. El volcarte con tu pueblo siempre será un gran programa político y atractivo electoralmente. Precisamente tanto experimento y contraste entre unos y otros, con un bipartidismo siempre al acecho, ahora con el auge de una fuerza populista reaccionaria, dejan a ULEG como la mejor opción sin duda para unos y, al menos, los menos malos para otros.

FF: La gente de todos los signos políticos te reconoce tu presencia constante en las actividades sociales y reivindicativas de Leganés. ¿Qué falta para que ese reconocimiento se traduzca en votos?

CD: Salir en la tele (jejeje). Siendo esto cierto, porque la presencia mediática es fundamental cuando compites contra marcas y franquicias nacionales que están todo el día en el salón y el móvil de uno, creo que además falta que el propio vecino haga un ejercicio de reflexión sobre el sentido y destino del voto. Si ese voto al menos en clave local ha de ser destinado a mantener una especie de herencia ideológica-familiar donde prima el que no gane el de enfrente o que gane el mío aunque robe o sea un inútil; o si se va a destinar a dar una oportunidad al cambio, a un cambio transformador, con vocación de progreso, sin etiquetas ni hipotecas. Si el vecino más ideologizado da ese valiente paso y como dijo Horacio «se atreve a saber» creo que podemos tener un resultado histórico este 2023.

FF: Has sido siempre, desde 2003, el candidato de tu partido ¿Qué le dirías a la gente que te acusa de personalismo?

CD: No conozco otro partido que como el nuestro permita a cualquier afiliado sin necesidad de aval alguno poder presentarse a las primarias que cada cuatro años se celebran en ULEG. Creo que nuestro partido es muy coral, es un gran equipo donde mi figura es más la de director de orquesta o aglutinador. Eso te hace más visible. En un partido como ULEG ser quien lo lidera es más una carga que un cargo, y bien lo saben los compañeros del partido que me dan desde hace tanto tiempo absoluta confianza. Una señal de unidad y cohesión.

En cualquier caso, creo que es un motivo de orgullo que la crítica se ciña en el personalismo y no en si eres un corrupto, un incompetente, un pasota o un jeta. Eso demuestra que valoran tu trabajo y saben que es serio, riguroso, profesional, experimentado y comprometido con la ciudad. No es baladí que hayamos logrado el milagro de ser una fuerza extraparlamentaria a ser la segunda más votada en una ciudad de 190.000 habitantes, por encima de todos los partidos nacionales excepto el PSOE. Modestia aparte, algo habré tenido que ver. ¿Hay algo parecido a ULEG en otros municipios de Madrid o de España? Es un fenómeno histórico y que ojalá se reproduzca en más localidades.

FF: ¿Por qué no salió adelante la moción de censura que planteasteis en un momento dado?

CD: En el ámbito local se necesita mayoría absoluta ya de entrada para siquiera poder tramitar una moción de censura. Esto es en Leganés, catorce firmas de veintisiete. Las matemáticas son tozudas y si ya el PSOE que es el que gobierna tiene a diez ediles, los tres de Ciudadanos protegen y se incorporan a ese gobierno, más los dos de Leganemos que, aunque peleados entre sí, siguen estando en la sombra de ese PSOE, la suma no da. Tampoco hubo mucho interés en esa moción por parte de Unidas Podemos-IU, quien para 2023 tendrá que preguntarse si quieren emanciparse de una vez del PSOE de Leganés o sólo aspiran a ser una especie de pepito grillo de la izquierda que por activa o por pasiva permiten que gobierne un PSOE que en Leganés no es muy diferente del PP.

FF: ¿Hay alternativa de gobierno en Leganés?

CD: Por supuesto. Y en esa tarea de la que estamos convencidos queremos que también se conciencien y se lo crean los propios vecinos. En Leganés hay vida más allá del PSOE. Y en el propio PSOE son conscientes de que si ULEG liderara ese gobierno alternativo nuestra ciudad daría un cambio en positivo tan extraordinario que, como dijo Alfonso Guerra, «no la conocería ni la madre que la parió».

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