Una leyenda que funciona en varios países centroamericanos habla de dos seres mitológicos, dos cadejos hermanos, uno negro y otro blanco, sobre los que pesa una maldición que les condena a errar eternamente con apariencia de perros: uno se encarga de conducir a la muerte a las personas que toman malas decisiones; el otro vela sobre los borrachos, los imbéciles y quienes aspiran a una venganza justificada.
En general, le gente cree que el blanco es el bueno, una especie de ángel guardián, aunque admite que las apariencias pueden engañar.
«Cadejo blanco», película guatemalteca dirigida por Justin Lerner (Girlfriend, The auttomatic hate), está protagonizada por Karen Martínez y Brandon López, junto a un reparto de actores no profesionales que alternan con figuras del cine local como, entre otros, Rudy Rodríguez, Pamela Martínez y Rudy Wilfredo Urrutia.
Bea y Sarita (‘The Golden Dream’), dos jóvenes huérfanas que viven con su abuela en un barrio pobre de Guatemala-City, salen una noche a bailar en una discoteca. Bea quiere que su hermana conozca a Andrés, un novio que trabaja sirviendo bebidas los fines de semana, y del que sospecha que pueda pertenecer a una banda de delincuentes. Tras una discusión, las hermanas se separan y Bea no regresa a la casa. Convencida de que Andrés tiene algo que ver en la desaparición, y dispuesta a conocer la verdad, Sarita encuentra el medio de infiltrarse en su banda, implicándose cada vez más en sus actuaciones violentas y criminales.
Embarcada en lo que inicialmente parece una misión para salvar a su hermana desaparecida que poco a poco, a medida que va averiguando lo que pudo suceder, se transforma en un deseo de venganza, la joven se implica cada vez más en un proceso doloroso. No conoce las reglas de las bandas callejeras, siente miedo y tristeza, pero no cejará en su empeño y continuará siempre en una huida hacia adelante.
En este aspecto, el thriller adquiere tintes de documental realista que ilustra sobre la vida en los barrios desfavorecidos de las grandes ciudades y la configuración y formas de actuar de las bandas (en algunos lugares llamadas maras), donde confluyen pobreza y crimen.
«Cadejo blanco[1]» es un drama violento y desolador que suena muy auténtico. Su realizador confiesa haber dedicado años a trabajar con jóvenes miembros de las «clicas» (gangs) de Guatemala City, apenas salidos de la adolescencia que trabajan a las órdenes de algún adulto, trafican con cocaína y no dudan si de matar se trata.
- «Cadejo blanco» se estrena en Madrid el viernes 16 de septiembre de 2022