Tres obras maravillosas se suman a la colección del Museo Nacional del Prado en España: Buste de Femme 43 de Picasso, Retrato de Felipe III de Velázquez y La diosa Juno de Cano.
El presidente del Real Patronato, Javier Solana, ha dado a conocer que el Prado ha aceptado el depósito, durante un período de cinco años, de Buste de Femme 43, obra realizada por Pablo Picasso en 1943.
A este depósito se suma la donación de la obra Retrato de Felipe III de Velázquez, que ha ofrecido American Friends, tras haber permanecido en depósito desde 2016.
Y se presenta la última adquisición La diosa Juno de Alonso Cano, la primera pintura de tema mitológico del autor.
Solana, ha subrayado sobre el Picasso: «La decisión de American Friends es, sin duda, una buena noticia para todos los españoles. Un cuadro de uno de nuestros grandes genios nacionales, hasta ahora en manos de una colección privada estadounidense, pasa a ser de acceso público gracias a la generosidad de la familia Arango Montull y American Friends y ello nos alegra a todos los que amamos la obra de Picasso, los museos y la cultura. Las instituciones españolas han demostrado una capacidad de reacción para cumplir todos los procedimientos que han hecho posible que España sea hoy más rica culturalmente que ayer».
Buste de Femme 43 Picasso ‘Busto de mujer’, realizado en 1943, es una muestra de gran calidad de la respuesta de Picasso a la violencia de la Segunda Guerra Mundial. Agregan que en muchas de las imágenes femeninas pintadas en ese periodo el artista deformó los rasgos de las figuras de un modo radical.
«En esta, pintada en un solo día, lo hizo con trazos rápidos y muy seguros. La resonancia de los tonos del fondo y la rotunda presencia del tipo femenino revelan los ecos de su gusto por lo español y su profundo conocimiento de nuestra tradición pictórica. La obra será expuesta de manera inmediata en las salas de retratos del Greco, una de las referencias más evidentes en la pintura de Picasso».
Sobre el Retrato de Felipe III, contribuye a completar el discurso de Velázquez como retratista real. Se trata de una obra identificada en 2015, cuyos rasgos estilísticos y características técnicas permiten atribuirle a Velázquez y relacionarla con su Expulsión de los moriscos, pintura realizada en 1627 en competición con Vicente Carducho, Eugenio Cajés y Angelo Nardi.
Indican que este cuadro desapareció en el incendio del Alcázar de Madrid en 1734, pero quedan descripciones que demuestran que su protagonista era Felipe III, quien se encontraba de pie, junto a una alegoría de España, y apuntando hacia los moriscos, que estaban siendo expulsados. Velázquez no llegó a conocer a Felipe III, muerto en 1621, y para hacerse una idea de su rostro acudió a retratos ajenos. Este lienzo sería el ensayo previo que permitió al pintor fijar una imagen del monarca. Esto justifica su carácter abocetado, que habla de él como instrumento de trabajo antes que como pintura con finalidad en sí misma.
La diosa Juno del autor granadino Alonso Cano, enriquecerá sustancialmente las colecciones del Prado porque se trata de obra original del autor.
«La obra de Cano de gran calidad, que muestra muchas de las características que lo convierten en un nombre principal en la historia de la pintura barroca española y su tema, y la manera de tratarlo, hacen de ella una obra excepcional en el contexto del arte español de su tiempo, pues el tema mitológico es comparativamente menor en relación con las representaciones de historias sagrada, naturalezas muertas o retratos; no solo en el caso de Alonso Cano, sino en el de la mayor parte de sus contemporáneos españoles», indican los expertos de el Prado.