La UGT ha hecho público un informe[1] sobre Brecha Salarial en la Comunidad de Madrid en el que indica que el salario medio de los trabajadores varones es de 30.389 euros anuales frente a los 22.890 de las trabajadoras. Una diferencia salarial de 7.499 euros.
La brecha salarial en la Comunidad de Madrid es del 24.67 por ciento, disminuye respecto al año anterior un 0,8 por ciento, cifra que significa que las mujeres tendrían que trabajar 54 días más para equiparar sus salarios a las retribuciones de los trabajadores varones.
Además, el 39,25 por ciento de las mujeres asalariadas en la Comunidad Autónoma cobran menos de 950 euros mensuales y de acuerdo con los datos, cuanto mayor es el salario, disminuye la presencia de mujeres.
La desigualdad salarial que sufren las trabajadoras a lo largo de la vida laboral se traslada a las pensiones. La brecha en las pensiones asciende, en 2020 a un 29,33 por ciento, superior incluso a la brecha salarial que existe actualmente en el mercado de trabajo.
Pero además las trabajadoras cobran 258 euros menos de media que los hombres en el caso de tener que cobrar prestaciones por desempleo. Ellas cobran una media de 3704 euros frente a los 3962 euros que perciben ellos.
La UGT añade que las mujeres sufren una mayor precariedad laboral, (desempleo, contratación temporal, tiempo parcial involuntaria, etc…) y se concentran en los sectores peor remunerados, ya que más de la mitad se produce en dos sectores: «servicios sociales» y «servicios a las empresas».
Tan sólo el 7 por ciento de los hombres trabaja a tiempo parcial frente al 19 por ciento de las mujeres. El menor número de horas trabajadas repercute directamente en el salario percibido y en las futuras prestaciones, tanto en situación de desempleo como en la jubilación.
Sectores peor remunerados
El trabajo de las mujeres se concentra en los sectores peor remunerados, entre ellos los que incluyen actividades relacionadas con el cuidado de las personas que se consideran una prolongación de las tareas que, tradicionalmente, han sido asignadas a las mujeres y que, tienen un escaso reconocimiento social y, consecuentemente, salarial.
En algunos sectores superan el 30 por ciento de brecha salarial entre mujeres y hombres.
En el sector «Entidades financieras y aseguradoras» la brecha salarial es del 37,58 por ciento (las mujeres cobran 44.873 € frente a los 71.898 € que perciben los hombres, es decir 27.025 € menos anuales).
En sectores feminizados también existe una importante brecha salarial, en «Otros servicios personales y de ocio» la brecha prácticamente alcanza el 37 por ciento y en «servicios a las empresas» supera el 32 por ciento.
Incluso en «Servicios Sociales», con amplia mayoría de mujeres, la brecha salarial sigue siendo muy elevada.
Tramos de edad
La brecha salarial se produce en todos los tramos de edad, desde el inicio hasta el final de la vida laboral de las mujeres.
Es precisamente en ese momento, cuando se superan los 65 años, donde alcanza el mayor porcentaje. En esa franja de edad las mujeres que todavía siguen trabajando cobran un 50 por ciento menos que los hombres.
Esto ocurre porque son muchas las mujeres que se ven obligadas a permanecer trabajando, más allá de los 65 años, para completar carreras profesionales interrumpidas, en la gran mayoría de las ocasiones por ocuparse de los y las hijas u otros familiares dependientes.
Conciliación de la vida laboral y familiar
La responsabilidad de los cuidados en el entorno familiar recae mayoritariamente sobre las mujeres. Esto provoca carreras profesiones interrumpidas y que las mujeres trabajen menos horas que los hombres.
Excedencias, licencias, reducciones de jornada, etc. son utilizados para intentar compatibilizar estas responsabilidades familiares con el trabajo remunerado.
Todo ello influye, no sólo en la remuneración inmediata, sino que repercute en las oportunidades de promoción profesional y, por tanto, en la probabilidad de incrementar sus salarios. Obviamente, también repercute en las futuras prestaciones por jubilación.
Además, la responsabilidad de los cuidados en el entorno familiar recae mayoritariamente sobre las mujeres, provocando carreras profesiones interrumpidas y que las mujeres trabajen menos horas que los hombres. El 90 por ciento de las excedencias por cuidado de hijos son solicitadas por mujeres. Son los «costes» de la conciliación y de la falta de corresponsabilidad.
Líneas básicas de actuación
Para luchar contra la brecha salarial, UGT considera fundamental tres líneas básicas de actuación:
- Subida de salarios y subida del SMI que beneficia principalmente a las trabajadoras.
- Desarrollo reglamentario de los planes de igualdad, que obliga a las empresas a hacer auditorías salariales.
- Aplicación de los contenidos del acuerdo de Reforma Laboral de lucha contra la temporalidad y precariedad laboral
Para ello, es necesario garantizar una dotación económica para poder cumplir el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, y poder negociar los planes de igualdad en las miles de empresas que están obligadas y no tienen representación sindical. También es imprescindible reforzar las inspecciones en las empresas estableciendo las sanciones oportunas ante los incumplimientos.
La UGT propone la creación de una Ley de igualdad retributiva de la Comunidad de Madrid para el cumplimiento efectivo del Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, como de los dos nuevos decretos.
También la creación de un Observatorio de Regional de Brecha Salarial, con el objetivo de analizar toda la información en materia salarial que cada empresa está obligada a tener.
UGT Madrid confía que las mejoras que contiene el acuerdo para la reforma laboral pongan freno a la alta temporalidad que sufre el mercado de trabajo madrileño y repercuta favorablemente en las mujeres trabajadoras.
Es importante adoptar políticas de corresponsabilidad efectivas e invertir en servicios públicos adecuadas, suficientes, asequibles y de calidad para el cuidado de familiares dependientes y fortalecer la oferta pública de servicios relacionados con el cuidado (dependencia, mayores, menores de cero a tres años, sanidad, servicios sociales…).
- Este informe ha sido elaborado según los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria en la estadística Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias 2020, y está basada en las declaraciones anuales del Modelo 190 que presentan todas aquellas personas físicas, jurídicas y demás entidades, incluidas las Administraciones Públicas, que estando obligadas a retener o a ingresar a cuenta por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas conforme a lo establecido en el artículo 71 del reglamento del Impuesto, satisfagan o abonen alguna renta referidas al año de la estadística, proporcionando una cuantificación y descripción de la masa de rentas del trabajo percibidas y/o generadas en el Territorio de Régimen Fiscal Común.
