El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado las obras de demolición del puente de Joaquín Costa que atraviesa la Castellana y une las calles de Francisco Silvela, la glorieta de López de Hoyos y Príncipe de Vergara.
Las obras, que tendrán una duración de cuatro meses, preservarán la integridad física de los madrileños y evitarán colapsos debidos a los cortes de tráfico y otras molestias que vivirán los vecinos. Será Dragados la encargada de llevar a cabo dicha demolición y su compromiso es firme a la hora de minimizar en la medida de lo posible la movilidad .
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, adelantó que se están estudiando «soluciones en superficie que garanticen una movilidad sostenible». «Estamos en un eje esencial este-oeste, y no se puede interrumpir totalmente la circulación; se hará algo compatible entre movilidad y garantizar calidad de vida. Los vecinos van a agradecer la desaparición del scalextric», apuntó.