Dice Arcángel que «sumergirse en el mundo sonoro de Enrique Morente es uno de esos placeres que la vida puede brindarnos». Que su fuente inagotable de creatividad «es como una experiencia única en cada ocasión que te acercas a él».
Me he dado cuenta –dice- de que «Morenteando es como el espíritu de búsqueda de nuevos horizontes, en el que la libertad de expresión cobra sentido. Al recrear su legado me sumerjo en el más profundo respeto y admiración».
Arcángel se presentó en la Sala Verde de los Teatros del Canal el viernes 4 de diciembre 2020 con su estreno absoluto de Morenteando, acompañado por la guitarra luminosa de Dani de Morón, el bajo eléctrico de Pedro Vinagre, la percusión de Agustín Diassera y los hermanos Montes Saavedra, Los Mellis al arte y compás.
El cantaor de Alosno, referente mimético en trayectorias con el maestro, hizo un concierto de inmersión total en el alma morentiana, un concierto con recorrido por los poetas de Morente como Rafael Alberti, Federico García Lorca, José Bergamín, San Juan de la Cruz, incluso por el cine de Carlos Saura con la seguiriya que dejó Enrique para la historia en la película «Flamenco».
Arcángel, ya lo hemos dicho muchas veces, es de esos artistas que se implican a fondo en todo lo que rodea a su voz cuando actúa. Su corporalidad acompaña íntegramente a su cante. Con las manos guía al cante, o el cante a las manos, como un todo inseparable. Ese poner el alma en lo que está haciendo tiene un plus en esta ocasión. La atención constante a sus artistas, que también son amigos y cómplices de muchos años. Eso crea una atmósfera palpable de inmersión en el arte. Es una atmósfera difícil de describir con palabras, pero es algo que se vive intensamente. No importa lo que cante, importa cómo lo canta, como lo transmite emocionalmente. Por eso es quien es en todas las geografías del mundo flamenco.
Todo fueron hitos en ese concierto de Arcángel. Como cuando se arrancó por los Tangos de la Plaza, del álbum de Enrique «Negra, si tú supieras» de 1992, que fue producido por el actual director de la Suma Flamenca, Antonio Benamargo. Los puso letra de José Bergamín y música el compositor Morente. Un trabajo en el que entró de lleno en el género latino, folk y country, en un estilo afro cubano/flamenco. Arcángel conoce bien esos mundos atlánticos que le son tan propios. Los borda.
Morenteando por el álbum «Cruz y luna» de 1983, nos llevó al ardiente misticismo de San Juan de la Cruz, a la adaptación del poema «Fonte que mana y corre» o «Cantar del alma que se huelga de conocer a Dios por la fe» al cante Aunque es de noche. Poesía mística que el cantaor hizo llegar al espectador con una profundidad asombrosa. La conjunción Juan de la Cruz – Morente – Arcángel, más la guitarra siempre sabia, en esta ocasión excelsa, de Dani de Morón, llevó a la audiencia de la Sala Verde casi al éxtasis.
Quizá el momento más morentiano de la noche fue la referencia a un álbum crucial de Enrique, «Lorca» de 1998, en el que introdujo el coro de voces búlgaras, Angelite en el Cantar del alma, de nuevo sobre textos de San Juan de la Cruz. En la noche de Arcángel, su cante rindió homenaje al maestro morenteando por la feria de «Yerma».
Años más tarde Arcángel recuperó las voces búlgaras en su álbum «Al este del cante», premio Grammy al mejor disco flamenco en 2019. Morente y Arcángel, voces búlgaras con el maestro y el discípulo.
¿Cómo podía faltar «Omega», la revolución que fue surrealista en Lorca, con aquel «Poeta en Nueva York» para curar heridas de soledad y desamor y en Morente para cambiar la historia del flamenco? Tratándose de Arcángel, que ya ha cantado muchas veces las cuitas amorosas del poeta granadino, imposible.
Lástima que solo cantó la Aurora de Nueva York. Yo eché de menos Manhattan que hubiera completado en cierto modo el sentimiento de la desesperación del desamor de Lorca, más aguda aún por tener que permanecer secreta. La poesía surrealista le ayudó a sacarla fuera sin exponerse demasiado. ¡Qué tiempos, que nos hizo revivir Arcángel en una noche inolvidable!
Alberti regaló a Enrique Morente unas letras de «Marinero en Tierra» para ser cantadas por alegrías de su tierra gaditana. Ahí estuvo Arcángel para alegrarnos el fin de la noche, también con otras letras populares.
Una referencia al breve pero intenso concierto de guitarra solista de Dani de Morón. Nos abrumó con su sensibilidad y maestría. Ya estamos esperando un disco de guitarra concertista con sus composiciones. Solo su guitarra.
Agustín Diassera y Los Mellis impecables, como siempre, con un plus cuando tocan para el amigo y maestro.
Un concierto de Arcángel por los poetas de Morente en los Teatros del Canal para la Suma Flamenca 2020.
Para completar esta crónica ponemos enlace a nuestra primera reseña de este festival: «Morente siempre»