Amnistía Internacional informa de que Salma al-Shehab, quien fue sentenciada inicialmente a seis años de prisión, ha visto este 9 de agosto de 2022, tras una apelación de la acusación ante el Tribunal Penal Especializado (SCC), elevada su pena hasta los 34 años, seguida de una prohibición de viajar de 34 años a partir de la fecha de su liberación.

Amnistía exige a las autoridades de Arabia Saudí poner en libertad de forma inmediata e incondicional a Salma al-Shehab, estudiante de doctorado de la Universidad de Leeds: «Es indignante que a Salma al-Shehab, estudiante de doctorado en la Universidad de Leeds y madre de dos hijos de la minoría chiita de Arabia Saudita, se le haya impuesto un castigo tan cruel e ilegal simplemente por usar Twitter y retuitear a activistas que apoyan los derechos de las mujeres», sostiene Diana Semaan, directora adjunta en funciones de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

Agrega que «Salma al-Shehab nunca debería haber sido condenada, pero el aumento de su sentencia de seis a 34 años tras un juicio injusto demuestra que las autoridades tienen la intención de utilizarla para dar ejemplo en medio de su implacable represión de la libertad de expresión».

Según la información conocida por Amnistía, Salma al-Shehab fue detenida en enero de 2021 en la Dirección General de Investigaciones después de que la llamaran para interrogarla unos días antes de su vuelo de regreso al Reino Unido para continuar sus estudios. Estuvo recluida en régimen de aislamiento prolongado durante 285 días antes de ser juzgada, lo que violó las normas internacionales y la Ley de Procedimiento Penal de Arabia Saudí. También se le negó el acceso a representación legal durante su detención preventiva, incluso durante los interrogatorios.

En el juicio de apelación, la acusación exigió un castigo más severo y el tribunal la condenó a 34 años a criterio del juez por publicar tuits y «apoyar a quienes buscan perturbar el orden público, desestabilizar la seguridad y la estabilidad del Estado», citando los artículos 34, 38, 43 y 44 de la ley antiterrorista y el artículo 6 de la Ley contra el Ciberdelito.

La sentencia contra Salma al-Shehab marca una escalada alarmante en el uso de la ley antiterrorista de Arabia Saudita para criminalizar y restringir indebidamente el derecho a la libertad de expresión.

Amnistía Internacional ha sabido por activistas con conocimiento del caso de Salma que varias activistas por los derechos de las mujeres han sido detenidas por sus comentarios en Twitter desde la detención de Salma. Sin embargo, el temor predominante a las represalias en Arabia Saudita disuade a las personas de hablar sobre estos casos en las redes sociales o con los medios.

«Arabia Saudita debe poner fin a su implacable represión contra las activistas por los derechos de las mujeres y cualquier otra persona que se atreva a decir lo que piensa libremente, deben dejar de equiparar la libertad de expresión con el terrorismo y deben derogar o enmendar sustancialmente las leyes saudíes que criminalizan la disidencia, y promulgar nuevas leyes que sean totalmente compatibles con las leyes y normas internacionales de derechos humanos», concluye Diana Semaan.

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