En los últimos años, la educación infantil ha comenzado a alejarse de las metodologías tradicionales para explorar enfoques basados en el arte y la naturaleza.
Durante mis años de formación en la Universidad Complutense de Madrid, César Méndez Domínguez, profesor de la Facultad de Educación en Didáctica de la Motricidad Infantil, nos introdujo una metodología innovadora recién llegada a España denominada Bosquescuela.
Como responsable del Proyecto de Innovación Docente Bosquescuela: aula interdisciplinar, guió el diseño de unas actividades que dieran respuesta a la necesidad de integrar el desarrollo creativo y la conexión con el medioambiente en la formación de los más pequeños.
Estas actividades tuvieron lugar en el Parque de la Quinta de Fuente del Berro y la experiencia permitió que, tanto yo como mis compañeras, comprendiéramos el potencial educativo de estos enfoques.
Fundamentos metodológicos: Los pioneros del aprendizaje al aire libre
Observar de primera mano cómo los niños y niñas desarrollan su creatividad y curiosidad en un entorno natural, que en ese momento está funcionando como tercer maestro, corrobora el método de Reggio Emilia y su discurso sobre la importancia del entorno.
Estos espacios invitan a los infantes a interactuar con materiales naturales como piedras y hojas, convirtiendo la naturaleza en un aliado pedagógico.
La pedagogía Montessori, por su parte, enfatiza la autonomía infantil en un entorno estéticamente preparado donde los niños exploran libremente.
En España, las Bosquescuelas, lideradas por Philip Bruchner y su equipo, trasladan la educación a los bosques ofreciendo un aprendizaje basado en la exploración y en el juego, así como una educación respetuosa con las personas y la naturaleza.
El Centro Bosquescuela Cerceda funciona con éxito desde su apertura en 2015 y en la actualidad se lleva a cabo la creación y divulgación de nuevos proyectos.
Cómo no todas las escuelas están preparadas para trasladar sus aulas a los bosques, programas como EcoEscuelas promueven también un aprendizaje integral junto a la naturaleza, creando jardines vivos y proyectos artísticos con materiales reciclados en los centros escolares.
Las Eco Schools, se encuentran entre los programas internacionales más extendidos del mundo, con presencia en más de 130 países.
Beneficios del contacto con la naturaleza
Muchos estudios avalan los beneficios del contacto con la naturaleza en la infancia. Autores como Richard Louv, en su libro de Las Child in the Woods[1], constatan que pasar tiempo al aire libre previene trastornos y enfermedades. Además, este periodista y autor, atribuye el origen de algunas alteraciones a un déficit de la Naturaleza y acuña el concepto de Vitamina N.
La UNESCO también respalda estas iniciativas ya que la educación en la naturaleza desarrolla competencias clave y urgentes para un futuro sostenible del planeta.
Estas metodologías basadas en arte y naturaleza ofrecen una alternativa educativa innovadora, que no solo fomenta el desarrollo integral de los infantes, sino que también promueve una conciencia medioambiental esencial.
Las iniciativas nombradas anteriormente demuestran que es posible aprender de manera creativa y sostenible transformando el aula en un espacio vivo y dinámico donde el aprendizaje se convierte en una experiencia inmersiva, respetuosa y profundamente conectada con el mundo natural.
Reconfigurando las prácticas de los centros educativos e integrando estos enfoques innovadores prepararemos a las nuevas generaciones para un futuro más consciente y comprometido con el entorno.
- Richard Lov Louv, R. (2005). Los últimos niños en el bosque.Madrid: Capitan Swing Libros,S.L