La Junta de Andalucía ha aceptado la “oferta” del Gobierno central y ya ha solicitado al Ministerio de Sanidad la colaboración de 360 rastreadores militares que ayudarán a la administración andaluza en las las labores de seguimiento de los contactos de las personas contagiadas por coronavirus en la región.
Así lo anunció este sábado en rueda de prensa el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta, Elías Bendodo, quien precisó que la Consejería de Salud y Familias del Gobierno de Juanma Moreno trasladó ayer al departamento de Salvador Illa esta petición de «colaboración».
Se trata, a su juicio, de «sumar medidas frente a la pandemia», convencido de que, con ello, la comunidad autónoma continúa «adelantándose para frenar los efectos de la Covid-19».
La Consejería de Salud y Familias de Andalucía informó este sábado 29 de agosto de 2020 de que la cifra total de fallecidos por COVID-19 en la comunidad alcanza ya los 1500 muertos, con cinco en las últimas veinticuatro horas. Además ha añadido 860 nuevos positivos desde el último balance, por lo que el número total se sitúa en 28.601.
Además, 416 pacientes confirmados con COVID-19 permanecen ingresados en los hospitales de esta región, de los que 57 se encuentran en UCI.
Rastreadores militares
Andalucía se une con su petición a la Región de Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla y León, que ya han solicitado la ayuda de 60, 150 y 245 rastreadores del Ejército, respectivamente.
Cantabria y Melilla también han reclamado la colaboración de los dos mil rastreadores militares puestos a disposición de las comunidades autónomas mientras que Galicia y la Comunidad de Madrid se han mostrado interesadas en la adopción de sus servicios, según confirmó este viernes la ministra de Defensa, Margarita Robles.
A este respecto, destacó que su gabinete ya ha remitido a las comunidades autónomas los protocolos para la activación de los dos mil efectivos de las Fuerzas Armadas encargados del rastreo de casos de coronavirus.
Explicó que se desplegarán sobre el terreno trabajando en coordinación con la comunidad autónoma que haya requerido de sus servicios y con el Ministerio de Sanidad. En todo momento, dijo, lo harán con «máxima vocación de servicio y neutralidad» y con el objetivo de luchar contra el virus.
Robles puntualizó que su departamento tiene una «disponibilidad máxima» para trabajar con las autonomías y que el número de rastreadores asignado a cada comunidad autónoma se establecerá tras la valoración sobre el terreno que hagan la Unidad de Vigilancia Epidemiológica donde se integran los referidos rastreadores, las autoridades sanitarias autonómicas y el Ministerio de Sanidad.
Una vez que Sanidad dé el plácet para el despliegue de los rastreadores, comentó Robles, en su departamento intentarán ser «muy ágiles y flexibles» para concretar el inicio de sus labores de rastreo.
