Amnistía Internacional desplegó equipos de observación en Madrid durante la jornada de cierre de la Vuelta Ciclista a España y concluyó que la multitudinaria protesta ciudadana contra el genocidio en Gaza se desarrolló de manera mayoritariamente pacífica.
Aunque la organización reconoce que las fuerzas de seguridad respetaron en términos generales el derecho a manifestación, también denuncia algunos casos de uso desproporcionado de la fuerza contra manifestantes y periodistas.
La última etapa de la Vuelta Ciclista a España, celebrada este domingo en la Comunidad de Madrid, no solo tuvo como protagonistas a los ciclistas que competían por el triunfo, sino también a decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas que salieron a las calles para denunciar los ataques de Israel en Gaza y exigir responsabilidades por lo que califican de genocidio.
La presencia del equipo Israel Premier Tech en la carrera intensificó el descontento, convirtiendo el evento deportivo en un escenario de protesta política y social.
Observación de Amnistía Internacional
Amnistía Internacional participó como observadora oficial en distintos puntos de las movilizaciones: Atocha, Paseo del Prado, Plaza de Callao y Gran Vía. Los equipos de la organización, identificados con chalecos distintivos, informaron de que pudieron hacer su trabajo sin impedimentos.
Según su balance, la actuación policial respetó en líneas generales el derecho a manifestación, algo que la oenegé considera «una buena noticia». Sin embargo, la entidad también alertó sobre episodios preocupantes de violencia institucional.
Uso desproporcionado de la fuerza
El informe de observación señala incidentes como el empleo indebido de porras contra manifestantes pacíficos y periodistas, con golpes dirigidos incluso a la espalda y la cabeza. También se denunció el uso de spray pimienta para dispersar concentraciones pacíficas, medidas consideradas incompatibles con los estándares internacionales sobre el uso legítimo de la fuerza.
El balance oficial de la Delegación del Gobierno se cerró con dos detenidos, frente a una asistencia estimada de cien mil personas.
Balance de la protesta
La organización concluye que la acción de protesta fue «eminentemente pacífica», subrayando que acciones de desobediencia civil como los cortes de tráfico o la obstrucción de calles no deben considerarse violencia.
Aun así, algunos manifestantes lanzaron objetos contra los agentes, resultando heridos veintidós policías según datos oficiales.
Para Amnistía Internacional, esos incidentes no justifican limitar el derecho de reunión pacífica del resto de la ciudadanía.
El derecho a protestar
Amnistía recordó que el derecho a la protesta pacífica está protegido por tratados internacionales y que la existencia de incidentes aislados no convierte automáticamente una manifestación en violenta.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha aclarado que interrumpir el tráfico o alterar la vida cotidiana no constituye violencia en sí mismo, y solo actos que causen daños graves pueden clasificarse como violentos en este contexto.
Bloqueo de vías y legitimidad internacional
Durante las manifestaciones en Madrid, se produjeron cortes de tráfico y lanzamiento de vallas a la calzada, lo que interrumpió momentáneamente el desarrollo de la prueba ciclista.
Amnistía cita al Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica, quien considera que el bloqueo de rutas es un medio legítimo de protesta, fundamental en los movimientos sociales a nivel global.
En su opinión, estas acciones pueden estar sujetas a restricciones, pero nunca deberían derivar en sanciones penales.
Gaza en el centro de la protesta
Las movilizaciones en Madrid se sumaron a otras durante etapas previas de la Vuelta, todas ellas motivadas por la situación en Gaza y la presencia del equipo Israel Premier Tech.
Amnistía Internacional recuerda que desde hace casi dos años la población palestina vive una catástrofe humanitaria: decenas de miles de muertos, barrios enteros arrasados, infraestructuras destruidas y cerca de dos millones de personas desplazadas de manera forzosa. A ello se añade el bloqueo de ayuda humanitaria, que ha puesto a miles de personas en riesgo de hambruna.
La oenegé subraya que la destrucción deliberada de infraestructuras vitales y los homicidios de civiles forman parte de una estrategia sistemática de Israel «para causar un daño irreparable a la población palestina». En este sentido, insistie en que la protesta ciudadana en Madrid debe interpretarse como una expresión legítima de solidaridad y denuncia frente a violaciones graves de derechos humanos.
Una protesta con dimensión internacional
La Vuelta a España, uno de los principales eventos deportivos del país, se convirtió en escaparate de una reivindicación con eco internacional.
Las imágenes de miles de personas manifestándose pacíficamente en las calles de Madrid recorrieron medios y redes sociales, situando en el foco la denuncia contra la ofensiva israelí en Gaza.
Para Amnistía, este tipo de movilizaciones reflejan la capacidad de la sociedad civil de mantener la presión internacional sobre un conflicto que ha generado rechazo y movilizaciones en todo el mundo.
Llamamiento final de Amnistía Internacional
En sus conclusiones, la organización pide a las autoridades españolas garantizar siempre el respeto al derecho de manifestación, evitar el uso excesivo de la fuerza y asegurar la protección de periodistas y observadores.
También reitera que la protesta pacífica es un derecho esencial de las sociedades democráticas y que debe preservarse, incluso en contextos de tensión o incidentes aislados.