«American Buffalo»: esto es América, señores

American Buffalo, del dramaturgo norteamericano David Mamet, es una obra de arte que recuerda mucho al llamado teatro del absurdo al que, se diría, homenajea en bastantes aspectos.

Poe ejemplo con los diálogos, tan aparentemente vacíos de contenido y que se suceden sin solución como si sólo sirvieran para matar el tiempo, en lo que parece una gran diarrea mental; las idas y venidas dentro y fuera del escenario que bien podrían excusarse por ociosas; y, finalmente, la cantidad de objetos inútiles y averiados (tanto como los personajes) que se ofrecen a la vista en esa miserable tienda de carretera en medio de la nada donde se desarrolla la acción.

¿Qué acción?

Todo parece una broma de mal gusto, una tontería entre pillos, que no se sabe si hablan en serio o en broma de asaltar a alguien para robarle o de poner en contacto a dos clientes para estafarlos.

A trestranca, vamos sabiendo quién es el cerebro y por qué él, ese hombre encogido, no sale nunca de la tienda.

Sin embargo, superada la sensación de absurdo, vemos que sus personajes son trágicos dentro de una inmensa miseria moral y física, aunque nunca beben, lo que supondría un alivio a la tensión y justificaría su comportamiento errático.

Al no beber ni una gota, ni drogarse, no hay disculpas por ese lado: únicamente se habla de no dormir, y ese «no dormir» justificaría esa palabrería repetitiva de uno de los tres personajes (el desempeñado por Israel Elejalde) y el no sentido de la acción hasta que vemos hacia dónde les lleva: a una frustración detrás de otra y una fuga hacia adelante por un nuevo propósito frustrado de salir de la miseria arruinando a otros.

Tal es la hazaña que retrata el fin del sueño americano cuya plasmación llevó a David Mamet al olimpo de la dramaturgia estadounidense hace ahora cincuenta años.

Después escribiría otras obras que consolidaron su estatus, como Glengarry Glen Ross (1983) y Oleanna (1992), pero ya en American Buffalo estaba toda la frustración del ideal.

Aquí, en Madrid, en 1990, el Centro Dramático Nacional ofreció Edmond, del mismo autor, con Javier Gurruchaga como protagonista, quien ya exploraba las promesas frustradas de la noche en libertad, en lo que a liberación sexual se refiere, de un hombre casado perdido en la ciudad.

En American Buffalo, los tres actores asumen un prodigio de interpretación que acaba por hacer reír, consiguiendo que el público sea cómplice de sus desvaríos tras el desconcierto por la nadería del arranque, y hay una víctima en todo ello, sí, pero tampoco esa víctima es inocente, no del todo, únicamente su juventud puede disculparle. En fin.

Para no perderse ni un solo gesto ni una sola palabra. Para mí que son los tres actores los que dan validez a un texto insulso y atrabiliario aunque con una meta muy clara: la picaresca, como en la decadencia de todos los imperios que en el mundo han sido.

¿No fue acaso en el siglo dieciséis español cuando se inventó la picaresca?

  • Título: American Buffalo
  • Autor: David Mamet
  • Traducción: Borja Ortiz de Gondra.
  • Dirección: Ignasi Vidal
  • Reparto: Israel Elejalde, David Lorente y Roberto Hoyo
  • Escenografía: David Pizarro y Roberto del Campo
  • Vestuario: Sandra Espinosa
  • Audiovisuales: Stefano di Luca
  • Música: Marc Álvarez
  • Iluminación: Felipe Ramos
  • Espacio: Sala Guirau del Centro Cultural Fernando Fernán Gómez
  • Fecha de la función comentada: 25 de octubre 2025 (las representaciones finalizan el 26.10.25)

DEJA UNA RESPUESTA

Escribe un comentario
Escribe aquí tu nombre