Tras ocho años sin dirigir una película, el director, actor y productor australiano estadounidense Mel Gibson («Mad Max», «La pasión de Cristo», «Braveheart», «Apocalyoto») a los 69 año vuelve a la gran pantalla con «Amenaza en el aire», una película claustrofóbica protagonizada por Mark Wahlberg («Ted», «Infiltrados») acompañado de Michelle Dockery («Downton Abbey», «The Gentlemen: Los señores de la mafia») y de Topher Grace («Spider-Man 3», «Traffic»).
«Amenaza en el aire» es un triller menor, una película de acción artesanal, eficaz y sin pretensiones, con tres personajes encerrados en un destartalado avión que sobrevuela las montañas de Alaska.
Un piloto (Mark Wahlberg) transporta en su avioneta a una agente federal (Michelle Dockery), quien custodia a un testigo (Topher Grace) que debe testificar en un juicio contra la mafia. A medida que atraviesan las montañas de Alaska, las tensiones se disparan, ya que no todo el mundo a bordo es quien parece ser. Y a tres mil metros de altura quedan pocas opciones de conseguir escapar a lo inevitable.
Antes de seguir recordemos que el nuevo presidente de Estados Unidos, el millonario ultraconservador Donald Trump, quien tiene al mundo en vilo esperando su siguiente ocurrencia, acaba de nombrar a Mel Gibson, junto a Jon Voight y Sylvester Stallone, sus «embajadores especiales en Hollywood», con el encargo de ser sus ojos y sus orejas en la meca del cine y la misión de «recuperar la edad de oro de Hollywood».
O sea que lo que pueda venir después de esta película, y teniendo en cuenta los antecedentes, puede ser una sorpresa mayor aunque, según sus declaraciones en los últimos tiempos, Mel Gibson acaricia la idea de poder hacer un día la continuación de «La pasión de Cristo», su obra fundamentalista dividida entre cristianismo y alucinación . Veremos…
«Amenaza en el aire[1]» resulta ser un largometraje de un género que creíamos desaparecido, con una trama mínima, que se desarrolla íntegramente en el exiguo espacio de una avioneta y con tres únicos personajes; Madelyn es una agente federal valiente, que regresa a la acción tras permanecer «castigada» en una oficina por los errores cometidos en una misión anterior. Winston, el miembro de la mafia dispuesto a hablar, es un personaje siniestro y cobarde, dispuesto a venderse lo mismo que a comprar voluntades. Y Daryl, el piloto, no tarda en demostrar sus cualidades de psicópata sádico, dejando en el espectador la sensación de que imposible adivinar hasta donde piensa llegar.
El resto, lo que sucede fuera del avión, los antagonistas de la historia se resumen en las voces que llegan desde unos cuantos teléfonos, y que hablan de traiciones, criptomonedas y redes ocultas. Lo mejor, el aterrizaje en las pistas del aeropuerto de Anchorage con su escenografía de vehículos, sirenas, alarmas y luces.
- «Amenaza en el aire» se estrenará en Madrid el próximo viernes 21 de febrero de 2025.
