Adaptación de una novela de la escritora alemana Daniela Krien (Premio Junger Liteartur), la película «Algún día nos lo contaremos todo», de la cineasta franco-iraní Emily Atef («3 Días en Quiberón», «Molly’s Way»), está ambientada en la frontera entre las dos alemanias en los años 1990, justamente en el momento de la caída del Muro.
Está protagonizada por Marlen Burow («Belleza», «Albträumer»), Cedric Eich («Hansel y Gretel. Cazadores de brujas», «Tres») y Felix Kramer («Dark», serie), junto a Jördis Triebel (quien también tiene un papel en la serie «Dark»). El centro de la trama es el amor prohibido entre la estudiante María y el solitario granjero Henner, veinte años mayor.
En un pequeño pueblo de la antigua República Democrática Alemana (RDA), donde la vida transcurre al ritmo de las estaciones y las cosechas, en el verano de 1990 María está a punto de cumplir diecinueve años y vive en la granja de los padres de su novio Johannes. Sus padres se han separado; a causa de la reunificación su madre acaba de perder el trabajo y su padre se ha desentendido de las dos mujeres que un día fueron su familia.
En el momento en que las dos mitades del país piensan en un futuro mejor, María ha perdido todo interés por los estudios y le gusta perderse por los rincones de la granja en compañía de un libro. A esto se le añade el inicio de una pasión secreta y un nuevo amor con Henner, el carismático granjero de al lado que le dobla la edad, mientras los cambios políticos están dejando su impronta en la vida de los ciudadanos, en especial los que se movieron en la órbita de la URSS, condenada también la desaparición.
Drama rural romántico e intenso, «Algún día nos lo contaremos todo» se sitúa en el punto de vista de la chica que está transitando de la juventud a la edad adulta en un país que se desplaza del comunismo al capitalismo. La llegada de una carta del hermanastro del novio, que huyó hace años al Oeste, anunciando una próxima visita, provoca una serie de alteraciones en toda la familia.
«Algún día nos lo contaremos todo[1]» es como una foto fija entre dos tiempos, el ayer y el mañana donde todo parece posible. La realizadora Emily Atef se quedó muy impresionada tras leer la nvela de Daniela Krien: «Lo que me fascinó es el retrato que hace del deseo femenino, del deseo de una mujer joven que no tiene miedo de destrozar los límites morales y sociales. Un retrato que rompe tabúes».
«Algún día nos lo contaremos todo» es una película sobre un tiempo de transición, cuando se abandonan muchas rutinas y los personajes se interrogan, con miedo, sobre lo que va a depararles el destino, y con esperanza acerca de las posibilidades de un nuevo amor. En el verano de 1990, cuando sucede la historia, el Muro ya había caído pero la reunificación estaba por llegar. Las consecuencias de ambas situaciones se dejaban sentir en todo el país, también en las zonas más próximas a la antigua frontera: muchas empresas desaparecieron y aumentó considerablemente el paro, lo que tuvo como consecuencia una extensión del rechazo al régimen y un aumento en el consumo de alcohol.
Ganadora del premio Literatura Joven en 2013, la primera novela de Daniela Krien, que está en la base de esta película, se publicó en 2011 y está traducida a quince idiomas (en castellano en la editorial Salamandra y en catalán en la editorial Empuries). En 2015 la autora recibió el premio Nicolas Born Debütpreis por su libro de relatos «Muldental», y en 2020 fue galardonada por toda su obra con el Sächsischer Literaturpreis.
- «Algún día nos lo contaremos todo» se estrena en los cines de Madrid el viernes 4 de agosto de 2023.
ALGÚN DÏA NOS LO CONTAREMOS TODO
Parece ser que la frase del título hace referencia a alguna parte de la obra-Los Hermanos Karamazov- que siempre lleva en la mano María para solazarse en su lectura por los idílicos paisajes por donde pasa los días en vez de acudir a las clases para graduarse y poder trabajar huyendo de las labores agrícolas. El guion se basa en la novela del mismo título de Daniela Krien, novela que parece mezclar en sus líneas una visión romántica y un acercamiento a la evolución social y económica de las Alemanias reunificadas en 1990 con la desaparición del muro de Berlín.
El tema se centra en un rencuentro familiar buscando un reagrupamiento con un enfoque más occidental hacia el progreso. El viaje a Leipzig es el prisma orientador. La sensualidad permanente de María en la pantalla, el sexo salvaje del cuarentón, el progreso frente a las antiguas prácticas casi de brujería, la seducción frente a la pasión… La sensualidad de los colores y la complementaria combinación de condiciones ambientales quieren ser la bonanza pretendida frente a la mostrada por las condiciones del progreso. Aspectos todos más metafóricos e idílicos que reales.
Otro camino, cobertura obligada y no acertada, me parece, por el peso ideológico del M-TOO, no aclarar los hilos románticos de la relación con el amor salvaje
La película se hace lenta, y medio intuida desde el comienzo. Tal vez la novela mejore las condiciones del relato. La película es la protagonista recreada por la cámara en todos los ángulos y distancias; la tradición y el progreso quedan muy lejos. ¿Que se puedan apreciar más cosas? Tal vez según sensibilidades. Sí que llama la atención como mal endémico en todas las épocas, la presencia del divorcio, en este caso el divorcio de la madre de María que viene como un hecho desde su presentación.Parece ser que, a la vista de los efectos sociales en las familias desestructuradas y en sus miembros, se estructuró-cuando se hizo y ahora- muy mal el emparejamiento o la composición familiar impuesta a nuestra actual sociedad que facilita más desgracias que felicidad.
Resulta muy agradable el tono en su presentación fílmica, pero se hace cargante e insípida en su montaje final.