El Ayuntamiento de Alcobendas ha reactivado un controvertido proyecto urbanístico en el sector S-1 de Los Carriles, que implica la tala de más de 2500 árboles y la construcción de 8600 viviendas, de las cuales 860 serán chalés unifamiliares de lujo. El proyecto también incluye la creación de una montaña artificial para ocultar una línea de alta tensión, todo ello sin contemplar la construcción de vivienda social, lo que ha suscitado fuertes críticas por parte de Ecologistas en Acción y otros colectivos.
El proyecto de urbanización del sector S-1 Los Carriles, en Alcobendas, ha generado una significativa controversia debido a su impacto ambiental y social. Según las denuncias presentadas por Ecologistas en Acción, la ejecución de este plan supondrá la tala de unos 2555 árboles, incluyendo encinas y pinos piñoneros, especies emblemáticas de la zona.
Este plan urbanístico, que ya fue anulado previamente por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid debido a una evaluación ambiental inadecuada, ha sido modificado mínimamente y vuelto a presentar, ignorando las advertencias y objeciones de la comunidad.
El área afectada, un valle de 217 hectáreas por donde discurre el arroyo Valdelacasa, es el último gran enclave natural sin urbanizar en Alcobendas. Este espacio sirve como corredor ecológico entre varios espacios protegidos, como el monte Valdelatas, la Zona de Especial Protección para las Aves Monte del Pardo, y el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
Además, es hábitat de diversas especies de aves rapaces incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, como el buitre negro, el milano real, y el águila calzada, entre otros. También se han registrado 53 especies de mariposas diurnas, lo que subraya la riqueza y biodiversidad del área.
A pesar de la evidente riqueza natural de Los Carriles, el Ayuntamiento de Alcobendas sigue adelante con el proyecto, que también incluye la construcción de una montaña artificial de hasta dieciséis metros de altura (equivalente a un edificio de seis plantas) para ocultar una línea de alta tensión que atraviesa la zona destinada a los chalés de lujo. Esta montaña, que se extenderá por más de un kilómetro de longitud, fragmentará aún más el territorio, dificultando la conectividad ecológica entre los espacios naturales colindantes.
El impacto ambiental no es la única preocupación
El plan urbanístico también ha sido criticado por la falta de vivienda social. Aunque el PGOU de 2009 contemplaba destinar una porción del terreno para este fin, el nuevo plan no reserva espacio alguno para la construcción de viviendas sociales.
De las 8600 viviendas planificadas, la mayoría serán de lujo o de precios inasequibles para la mayoría de la población, y aunque se prevé la construcción de viviendas con algún grado de protección, no se contempla destinar ninguna de ellas al alquiler social, incumpliendo así con las directrices de la Ley por el Derecho a la Vivienda, que estipula que al menos el cincuenta por ciento de las viviendas protegidas deberían ser para alquiler.
El proyecto en Los Carriles ha suscitado la oposición de múltiples sectores de la sociedad, preocupados tanto por la pérdida de un valioso entorno natural como por la falta de soluciones habitacionales accesibles para la población más vulnerable. Ecologistas en Acción, en sus alegaciones, ha instado al Ayuntamiento de Alcobendas a reconsiderar este plan y a desclasificar el suelo de Los Carriles, con el fin de proteger un espacio de alto valor ecológico y garantizar un desarrollo urbanístico más justo y sostenible.
Con este proyecto, el Ayuntamiento de Alcobendas parece priorizar intereses inmobiliarios sobre la conservación ambiental y el bienestar social, una decisión que, de no ser revisada, tendrá consecuencias irreversibles tanto para la biodiversidad de la zona como para la equidad en el acceso a la vivienda.