Las actrices Mimi Harley y Jessica Mann han valorado la condena a veintitrés años de cárcel por agresiones sexuales y violaciones dictada este 11 de marzo de 2020 por el juez James Burke de Manhattan (Nueva York) contra el exproductor de Hollywood Harvey Weinstein, de 67 años, tras dos cargos de los que fue reconocido culpable en una audiencia del 24 de febrero pasado.
Las acusaciones habían pedido veintinueve años para quien fuera el hombre más poderoso de Hollywood, lo que equivalía a cadena perpetua, pero los jurados han desestimado la acusación de “agresión sexual predadora” relacionada con el testimonio prestado en la causa por la actriz Annabella Sciorra, quien, sin embargo, no era una de las querellantes y había declarado como testigo.
La fiscal Joan Illuzzi-Orbon, quien ha dirigido la acusación durante el juicio, no había solicitado una pena concreta, pero había pedido al juez que reflexionara sobre «la gravedad de los delitos cometidos, la ausencia total de remordimientos del acusado y la necesidad de disuadir, a él y a otros, de volver a cometerlos».
Donna Rotunno, la abogada que ha llevado la defensa de Weinstein y que ya ha anunciado que va a apelar, ha considerado «absurda» la sentencia y ha denunciado que su cliente ha recibido un trato «poco equitativo desde el primer día».
La defensa de Weinstein había alegado que desde octubre de 2017 – fecha en la que el diario New York Times publicó las primeras revelaciones sobre la conducta del magnate de Hollywood durante los últimos cuarenta años – , su cliente había perdido a su mujer, que le ha dejado, y su sociedad –The Weinstein Company – , así como que ha tenido que enfrentarse a constantes manifestaciones de hostilidad en su vida cotidiana.
Tras las primeras revelaciones en el NYT, más de ochenta mujeres, entre ellas conocidas estrellas cinematográficas como Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, la italiana Asia Argento o la francesa Léa Seydoux, habían acusado a Harvey Weinstein de haberlas acosado o agredido sexualmente.
Weinstein, quien en el tiempo transcurrido desde las primeras acusaciones se ha deteriorado físicamente hasta el punto de que ha acudido a las audiencias apoyado en un andador, se ha defendido siempre reconociendo los hechos pero calificándolos de “relaciones consentidas” con las mujeres que le acusan.
Cuando tomó la palabra en el juicio se presentó como una víctima del movimiento #Me Too: “He sido el primer ejemplo y ahora hay miles de hombres acusados. Estoy muy preocupado por este país”, manifestó ante el tribunal.
El 10 de marzo, la actriz Tarale Wulff, quien ha testimoniado en el juicio, escribió una carta abierta en la publicación digital Medium: “Cualquiera que sea la condena (…) no cambiará lo que pasó. Aquellos acontecimientos seguirán atormentándonos, a mí y a las demás supervivientes, durante el resto de nuestras vidas”.
Este ha sido solamente el primero de los procesos del exmagnate de la producción estadounidense, expropietario de las prestigiosas sociedades Miramax y Weinstein Company.
En California le espera otro por dos agresiones sexuales: está acusado de entrar por la fuerza en la habitación de un hotel de Los Ángeles para violar a una mujer el 18 de febrero de 2013, y de agredir al día siguiente a otra en la habitación de otro de Beverly Hills. Una de ellas, de nombre Lauren Young, ha sido una de las testigos que han declarado en el juicio de Nueva York.