Dice el programa de mano de este estreno bis del Ballet Español de la Comunidad de Madrid (CAM) en la Sala Roja Concha Velasco de los Teatros del Canal, que este «Amor Brujo» de Don Manuel de Falla es la versión de 1925, es decir, la versión que hace un siglo se estrenó en el Thèâtre Trianon Lyrique de Paris por Les ballets Espagnols, la compañía de Antonia Mercé La Argentina.
Sí y no. Esta es la versión 2025, como no podía ser de otra manera, porque ni la música se interpreta como entonces, ni se dirige como entonces, ni se baila como entonces. Nada es cómo era en 1925. Las calidades, teniendo en cuenta el tiempo y la distancia, puede que sean parejas, el resultado completamente distinto. En todo caso, esta versión es de una calidad y belleza extraordinarias.
No hay un director del Ballet Español de la CAM. Hay una dirección musical, la de Alondra de la Parra, directora de la JORCAM, (Joven Orquesta de la CAM) un codirector musical, Dani de Morón; (¡Cómo ha crecido profesional y artísticamente Dani de Morón desde que le conocí, va para once años!) hay una dirección artística por el trío Gala Vivancos, Mónica Fernández y Antonio Castillo Algarra. Ambas direcciones para este ballet, se entiende. Nada sabemos del futuro próximo.
A la composición de Manuel de Falla, se unen músicas de Dani de Morón. El equipo coreográfico está compuesto por Olga Pericet, Rafael Estévez y Valeriano Paños. (Estévez y Paños)
La historia comienza con un viaje iniciático que, en tres jornadas, va conduciendo hasta «El Amor Brujo». Una Obertura con música contemporánea de Dani de Morón, coreografía de Olga Pericet y danza española moderna. Siguen Siete canciones populares españolas de Manuel de Falla, en versión para voz y orquesta de Ernesto Halffter e imaginadas y actualizadas a hoy por Olga Pericet; el homenaje de Falla a la tumba de Claude Debussy de 1920, como encuentro del flamenco y la vanguardia; preceden al «Amor Brujo» las Alucinaciones con música de Dani de Morón, coreografiadas por Estévez y Paños, representadas por un encuentro casi mitológico de historias, cantes, bailes y enfrentamientos entre personajes.
Y por fin llegamos a la obra maestra, «El Amor Brujo», la más versionada mundialmente del Maestro Falla. El descubrimiento y homenaje al arte de los gitanos, el gran arte popular español, incorporado a la modernidad, a la música sinfónica para orquesta de cámara y suites para gran orquesta sinfónica, y siempre como fondo la voz flamenca solista, en este caso las voces de Chelo Pantoja y Carmen Ruiz.
Un elenco de once bailarinas y diez bailarines teatralizan el libreto de María Lejárraga, (dramaturga, pionera del empoderamiento de la mujer, exiliada en Argentina tras la guerra civil, donde murió en 1974, con casi cien años) bajo guión y dirección coreográfica de Estévez y Paños, narran dancísticamente las tribulaciones de Candela y Carmelo. En esta novísima versión al espectro del antiguo amor se une el de Carmelo que también muere. Candela, atrapada por la muerte, está condenada a vivir sin amor, atormentada por los dos espectros.
La suma de músicas, de una extraordinaria dirección artística y coreográfica, y la excelencia de un elenco de jóvenes bailarinas y bailarines, han creado una joya, una auténtica obra de arte, que hacen de este joven Ballet Español de la CAM un ejemplo de arte de alta categoría, algo que sigue haciendo mucha falta en España y en una comunidad autónoma tan importante como Madrid.
«Viaje al Amor Brujo», es un espectáculo de primera categoría artística, exportable a cualquier parte del mundo como representación de país.
