«Supernatural»: sobre el abismo que separa magia y ciencia

Reflexión sobre la fe, la ciencia y el poder de la mente humana, lo visible y lo invisible y las diferencias entre razón e intuición, «Supernatural», película documental dirigida por el catalán Ventura Durall («La ofrenda», «Els anys salvatges», «La nova escola»), cuestiona la figura de André Malby, un famoso curandero y chamán –uno más de los muchos que, entre los años 1970 y 1990, hicieron su propia transición recorriendo los platós de las televisiones aperturistas vendiendo soluciones mágicas y curaciones milagrosas- a través de la mirada de su hijo, un médico que ha renegado de su legado, y de una seguidora devota, convencida de que él le salvó la vida telepáticamente

Protagonizada por el médico Mathurin Malby, la actriz Anna Alarcón («Desayuna conmigo», «Mamífera») y el propio André Malby, una especie de cruce de mago y brujo a quien muchos atribuyen curaciones milagrosas, presenta el conflicto que, durante un encuentro, que es una especie de «ejercicios espirituales» para incondicionales, protagonizan su escéptico hijo Mathurin y la devota Anna, convencida de que vive gracias a sus «artes» y poderes.

Anna Alarcón, actriz convencida de que André Malby, a quien nunca conoció personalmente, le salvó la vida, sin más referencia que una fotografía de la enferma, administrándole unos polvos milagrosos cuando era una niña hospitalizada y prácticamente desahuciada a causa de una anorexia galopante, se encuentra con Mathurin, el hijo médico de Malby, quien se niega a comentar las actuaciones de su padre desde cualquier otro punto de vista que no sea el científico.

Juntos, y en presencia de otros seguidores del curandero (ya fallecido) que le atribuyen poderes sobrenaturales y testimonian acerca de sus «curaciones espirituales», recorrerán un camino «íntimo» para sanar heridas del pasado, desvelar la verdad oculta de Malby y establecer los límites entre ciencia y magia.

Un relato sobre la necesidad de creer en algo, por inexplicable que parezca, y el miedo a llevarlo a cabo, que para su director, Ventura Durall, comenzó como un recorrido personal: «Cuando mi amiga Anna me contó cómo André Malby, un famoso chamán, le había salvado la vida mediante una curación telepática, mi mente no podía concebirlo. Como persona que cree firmemente en la ciencia, siempre he sido escéptico ante las ideas esotéricas. Pero me encontré preguntándome: ¿Me estoy perdiendo algo?»

Prácticamente autoexiliado en Estados Unidos –lugar al que acudió en un intercambio, y también intentando escapar de su tóxica familia francesa cuando era un estudiante, y donde ha permanecido definitivamente-, con el tiempo Mathurin Malby se ha convertido en la antítesis de su padre, un médico convencional que –al contrario que su desleal y adúltero progenitor- vive en armonía con su familia.

Hasta el momento en que le contacta Anna, una actriz española convencida de que André Malby le salvó la vida telepáticamente. Respondiendo a la invitación de Anna, Mathurin viaja a los lugares de su infancia, en Girona e Ibiza, reviviendo los traumas familiares -y muy particularmente la figura de su madre, siempre sometida por un machista y esotérico sanador- al tiempo que cuestiona los planteamientos «mágicos» de Anna con la ciencia como única respuesta.

Contestando al periodista Davide Abbatescianni (cineuropa.org) el cineasta Ventura Durall cuenta su experiencia rodando «Supernatural[1]»: «Aprendí mucho sobre el poder de la sugestión. Todos tenemos una ‘farmacia interna’ que puede activarse mediante diversos mecanismos. El pensamiento mágico tiene una dimensión evolucionista, activa esta farmacia gracias al efecto placebo y a las figuras carismáticas. También descubrí las herramientas utilizadas para activarla, como los rituales y las constelaciones familiares. No hay nada mágico en ello, es un mecanismo psicológico. La religión en sí misma es un ritual que activa algo en nosotros; y desde que perdimos la fe buscamos otros rituales para desencadenar esa reaccion».

  1. «Supernatural» se estrena en la cartelera madrileña el próximo viernes 5 de diciembre de 2025.
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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