Vivir en Madrid se ha convertido en un lujo incluso para quienes tienen un empleo estable. Así lo advierte UGT Madrid en su informe «Convenios colectivos y derecho a la vivienda en la Comunidad de Madrid», presentado con motivo del Día Mundial por el Trabajo Decente.

El sindicato denuncia que los precios del alquiler y la compraventa expulsan a miles de trabajadores de sus barrios, pese a los incrementos salariales recientes.

El salario no basta: una realidad insostenible

El análisis de UGT Madrid dibuja un panorama alarmante: la vivienda se ha convertido en un bien inaccesible para amplias capas de la población trabajadora. Los sueldos pactados en convenio no cubren los costes reales de acceso a la vivienda, especialmente en los sectores con menores remuneraciones como hostelería, limpieza o cuidados.

El resultado, señala el sindicato, es una espiral de desigualdad, retraso en la emancipación juvenil y desarraigo de familias que son expulsadas de sus barrios tradicionales hacia municipios periféricos.

Margarita Domínguez Guijarro, secretaria de Relaciones Institucionales y Política Sindical de UGT Madrid, afirma que este problema «no es inevitable ni natural», sino «la consecuencia directa de políticas públicas insuficientes y de un modelo residencial orientado al beneficio rápido, donde la vivienda pesa más como activo financiero que como hogar».

Domínguez recuerda que la Ley Estatal de Vivienda de 2023 «fue un avance», pero su aplicación en la Comunidad de Madrid «es mínima», lo que deja vía libre al mercado.

Tener empleo ya no garantiza poder vivir en Madrid

Sonia Álvarez Enríquez, secretaria de Igualdad y Política Territorial, subraya que «acceder a una vivienda digna en la Comunidad de Madrid se ha convertido en una misión imposible».

Ya no solo afecta a los hogares con rentas bajas, sino también a familias con ingresos medios e incluso medios-altos. «Los precios de compra y alquiler han superado los niveles de la burbuja inmobiliaria de 2007, mientras los salarios apenas han crecido. Hoy tener empleo no garantiza poder tener una vivienda», denuncia.

UGT critica que, mientras miles de familias no pueden acceder a una vivienda digna, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, «rechaza intervenir el mercado inmobiliario» y promueve Madrid «como el mejor lugar para invertir» ante fondos como BlackRock, «uno de los mayores fondos buitres».

La ley permite actuar, pero Madrid se niega

UGT recuerda que la Ley Estatal de Vivienda ofrece herramientas eficaces, como la posibilidad de declarar zonas tensionadas y limitar los precios del alquiler mediante índices públicos. Sin embargo, «el Gobierno de la Comunidad de Madrid se niega a aplicarla y recurre una y otra vez para frenarla», denuncia el sindicato.

El llamado Plan Vive autonómico, presentado como alternativa, mantiene precios que se acercan o superan los del mercado libre, con viviendas pequeñas, gastos añadidos y requisitos excluyentes.

Las ayudas al alquiler, como el bono joven, son insuficientes o difíciles de acceder, lo que agrava el problema.

Cuando el salario se queda corto: el esfuerzo del 40 por ciento

El informe señala que en Madrid el esfuerzo medio para acceder a una vivienda supera el 40 por ciento del salario neto, muy por encima del umbral del 30 por ciento considerado internacionalmente razonable.

En amplias zonas del área metropolitana, el alquiler medio absorbe más de la mitad del sueldo de quienes trabajan en sectores esenciales. La situación en la compraventa es similar: precios disparados, ahorro imposible y cuotas hipotecarias inasumibles, agravadas por la subida del Euríbor.

Entre los factores que explican la escalada de precios, el sindicato destaca dos: la proliferación de pisos turísticos irregulares —que reducen la oferta residencial y encarecen barrios enteros— y la financiarización del mercado inmobiliario, dominado por fondos y grandes tenedores con criterios especulativos.

El impacto en la negociación colectiva

UGT sostiene que el problema de la vivienda debe incorporarse a la negociación colectiva. «La negociación colectiva fija salarios, jornadas y pluses… pero hoy debe incorporar también el coste real de la vivienda en Madrid. Si no se hace, el salario pactado queda desactualizado nada más firmarse», explica Sonia Álvarez.

El sindicato propone incluir cláusulas específicas en los convenios que vinculen los salarios con la evolución del precio del alquiler, además de crear complementos de residencia en zonas tensionadas. También plantea ayudas de acceso, movilidad voluntaria sin penalización y planes de vivienda y conciliación en empresas de más de 250 empleados.

Las propuestas de UGT Madrid

En su informe, el sindicato presenta un paquete de medidas concretas y verificables para garantizar el derecho constitucional a una vivienda digna en la Comunidad de Madrid:

Medidas inmediatas

  • Aplicar la Ley Estatal de Vivienda, declarando zonas tensionadas donde el esfuerzo supere el 30 por ciento de la renta y limitando precios del alquiler.
  • Inspeccionar y sancionar los pisos turísticos ilegales, retirando licencias y aplicando multas disuasorias.
  • Impulsar un parque público de alquiler asequible, mediante construcción, adquisición y movilización de viviendas vacías, con prioridad para jóvenes, familias monoparentales, mujeres víctimas de violencia de género y personas con bajos salarios.

Negociación y concertación

  • Incluir cláusulas de vivienda en los convenios colectivos que ajusten los salarios al coste real de vivir en Madrid.
  • Crear mesas de vivienda y empleo en municipios y en la Comunidad, con participación de sindicatos, patronales y administraciones.
  • Establecer un recargo fiscal a la vivienda vacía en zonas tensionadas y promover programas de alquiler asequible con garantías.
  • Publicar indicadores trimestrales de precios de alquiler y compraventa por distrito y municipio, para integrarlos en la negociación colectiva.

Trabajo decente y vivienda digna: dos derechos inseparables

UGT Madrid recuerda que el derecho a una vivienda digna forma parte inseparable del derecho al trabajo decente. «Un salario solo es decente si permite vivir con dignidad: pagar una casa, comer bien, cuidar y cuidarse», señala el documento. Por eso el sindicato sitúa la vivienda «en el corazón de la agenda salarial».

«La Constitución protege el derecho al trabajo y también el acceso a una vivienda digna: o avanzan juntos o no avanzan», subraya el texto.

UGT Madrid se compromete a mantener la presión institucional y la movilización social para revertir esta situación. «Vamos a seguir negociando y presionando para que la vivienda vuelva a ser lo que siempre debió ser: un derecho, no un negocio.

Porque «sin salarios dignos no hay vivienda digna, y sin trabajo decente no hay futuro», concluye el comunicado.

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