El sector marítimo, representado en España por el Clúster Marítimo Español, se reivindica como pieza clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) antes de 2030, al tiempo que convoca a administraciones, empresas y sociedad civil a impulsar una transformación que combine prosperidad, equidad y protección de los océanos.
Una agenda inaplazable para el planeta
En 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030, un plan de acción universal que integra diecisiete objetivos de desarrollo (ODS) y 169 metas.
El documento del Clúster recuerda que la Agenda «hace frente a los mayores desafíos sociales, económicos y ambientales de nuestra época» y que su naturaleza integral exige la participación de todos los actores —gubernamentales, empresariales y sociales— para avanzar de forma coordinada.
Los océanos y las actividades ligadas a ellos —transporte, pesca, conservación— son fundamentales para alcanzar objetivos como la acción climática (ODS 13), la vida submarina (ODS 14) o la energía limpia (ODS 7). En consecuencia, el Clúster defiende que el compromiso marítimo resulta ineludible para cumplir la Agenda 2030.
Tres frentes de acción prioritarios
1. Descarbonización: neutralidad de carbono a toda vela
El transporte marítimo representa en torno al 2,9 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, cifra que podría crecer un 35 por ciento en 2050 si no se aplican medidas urgentes.
Para revertir esta tendencia, la Organización Marítima Internacional (OMI) ha fijado el objetivo de reducir al cien por ciento las emisiones del sector en 2050 respecto a los niveles de 2008, alineándose con el ODS 13.
Las líneas de trabajo señaladas por el Clúster son:
- Transición a combustibles limpios: GNL, amoníaco, hidrógeno, biocombustibles y sintéticos avanzan como alternativas de cero o baja huella de carbono.
- Eficiencia energética: Nuevos diseños hidrodinámicos, sistemas de propulsión optimizados y el renacer de la energía eólica mediante velas rígidas o rotores reducen el consumo de combustible.
- Digitalización y automatización: Internet de las cosas, inteligencia artificial, big data y blockchain permiten trazar rutas más cortas y operar buques de forma inteligente.
Además de mitigar el cambio climático, estas innovaciones «generan oportunidades de empleo en tecnologías limpias», destaca el informe.
2. Pesca responsable: alimentar al mundo sin agotar los mares
La pesca garantiza la seguridad alimentaria de millones de personas desde hace milenios, pero la sobreexplotación y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) amenazan la sostenibilidad del recurso.
Para responder, el sector promueve una gestión basada en ecosistemas que fija límites científicos de captura y salvaguarda hábitats sensibles.
Otras iniciativas clave incluyen:
- Certificaciones de sostenibilidad: El sello Marine Stewardship Council (MSC) certifica pesquerías que cumplen estándares rigurosos y evita comprometer poblaciones de peces o ecosistemas.
- Trazabilidad digital: Soluciones blockchain aseguran la transparencia a lo largo de la cadena de suministro y combaten la pesca INDNR.
Estas medidas, subraya el documento, tienen «un impacto positivo en las economías locales», garantizando medios de vida dignos para las comunidades costeras.
3. Proteger la biodiversidad: los océanos como aliado climático
Los océanos cubren más del 70 por ciento de la superficie terrestre y resultan vitales para la regulación climática, la producción de oxígeno y la diversidad biológica.
Sin embargo, contaminación, acidificación y pérdida de hábitats ponen en riesgo este capital natural.
Para revertir la situación, la industria marítima impulsa:
- Reducción de la contaminación marina: A través de regulaciones estrictas —por ejemplo, el convenio MARPOL— y tecnologías avanzadas, los buques aplican políticas de «cero descargas de plásticos» y control de aguas oleosas.
- Áreas Marinas Protegidas (AMP): Crear y gestionar eficazmente reservas marinas, desde arrecifes de coral hasta praderas de posidonia, facilita la captura de carbono y refuerza la resiliencia climática.
- Colaboración internacional: Instrumentos como el Convenio sobre la Diversidad Biológica o el nuevo acuerdo de Naciones Unidas para alta mar refuerzan la cooperación global.
El Clúster subraya que integrar la conservación en la gestión del sector «genera beneficios económicos y sociales a largo plazo».
Visión estratégica y gobernanza inclusiva
El documento insiste en que los retos —descarbonizar buques, garantizar pesca sostenible, preservar ecosistemas— solo podrán superarse con «el compromiso continuo y la innovación de todos los actores del sector marítimo, así como de una colaboración estrecha entre gobiernos, organizaciones internacionales y el sector privado».
Para los lectores de Aquí Madrid —sindicatos, oenegés, asociaciones vecinales o partidos políticos— este llamamiento implica:
- Impulsar políticas públicas coherentes con la ciencia climática y la Agenda 2030.
- Fomentar la I+D+i que acelere combustibles alternativos y digitalización de flotas.
- Exigir transparencia en las cadenas de valor pesquera y marítima.
- Apoyar la creación de AMP con financiación estable y participación comunitaria.
- Promover la educación ambiental desde la escuela hasta la formación profesional.
Rumbo común hacia 2030
El Clúster Marítimo Español coloca al sector en el centro de la transición ecológica, convencido de que la «integración de principios de sostenibilidad» no es solo un imperativo ético, sino también una oportunidad para generar empleo cualificado, fortalecer las economías locales y asegurar un legado marino saludable para las próximas generaciones.
A menos de siete años del horizonte 2030, la velocidad y la ambición de las decisiones políticas, empresariales y sociales determinarán si el sector marítimo se convierte en un auténtico timón hacia un futuro justo, habitable y próspero para todos.