«El deseo oculto», de Fernando Ugeda Calabuig

Todavía no sé muy bien a qué deseo oculto hace referencia Fernando Ugeda en el título de su nueva novela publicada por Olé libros. Y ello porque hay unos cuantos en su relato, aunque en verdad uno manda… el de cada uno. De lo que estoy seguro es de haber disfrutado con el deseo que llevamos dentro.

Fernando ha construido una novela, El deseo oculto, bastante inclasificable. Hay humor, y mucho, y del que te hace sonreír gran parte del que dedicas a la lectura, que a él no le cuesta manejar; humor en estado de gracia, o sea, gracioso, como sin darle importancia pero que lo tiñe todo. Hay muertos, aunque de eso no conviene hablar mucho. Hay intriga porque no sabes exactamente hacia dónde te quiere llevar el autor. Hay buena escritura, por supuesto.

Y hay un personaje soberbio, ella, y otros que la completan divinamente. Además, ella es quien nos cuenta la historia. Primero se nos muestra, sobre todo con sus debilidades, sus limitaciones, su apariencia frágil y un tanto enfermiza; para luego, mientras trata de abrirse al mundo, nos ofrece otros personajes que la tratan: su mamá, indispensable, las compañeras de la peluquería donde trabaja, y el hombre que termina convencido de ella, aunque tal vez no sea la solución definitiva, porque puede venir algún otro. Así que lo que parecía un camino derechito a la soltería, se convierte en una aventura con gente que no parece conveniente, y hay una pizca de drama porque los deseos en ocasiones nos conducen a tierras pantanosas.

Es una novela bien agradable, que no sólo distrae porque va cargada de reflexiones que surgen inevitablemente.

Me gusta subrayar la calidad literaria cuando existe, como aquí. Pero claro, lo atestigua, de entrada, el que se trata de un autor que ha triunfado en más de cien certámenes literarios, que ganó con su primera novela el XII Premio Ciudad de Badajoz y ha sido finalista en citas tan importantes como el Planeta, el Nadal, el Azorín y media docena más. Y se confirma, ahora de nuevo, leyendo El deseo oculto, una pieza para disfrutar.