«HERE», el encuentro de dos soledades en la gran ciudad

«La carga política de la película reside en la manera en que expone una convivencia que no tiene nada de fantasía (…) Lo contrario de una utopía» (Les Inrocks)

Aquí y ahora, «Here» (Aquí), cuarto largometraje del realizador belga Bas Devos («Violet», «Hell Hole», «Ghost Tropic»), se alzó con el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) y el premio a Mejor Película Encounters en la última Berlinale.

Es un original y delicado trabajo, casi una filigrana que invita, con un humanismo contagioso a poner la atención en la naturaleza y en los demás, y a darle tiempo al tiempo. Un trabajo sobre la soledad en las grandes ciudades que además nos recuerda que en Bruselas llueve siempre (o casi).

Original y sorprendente, «ingenua y poética (…) encantadora mezcla de crónica errática y roadmovie a dos por hora», tan actual como la siempre deficiente construcción europea, nos habla de un obrero de la construcción rumano que conoce a una brióloga (botánica especializada en musgos y líquenes), pero también de una tierra de nadie –el bosque pantanoso que une Bruselas con la localidad de Vilvorde-, de cocinar una energética sopa de verduras y «de cosas infinitamente pequeñas y extremadamente grandes» (Nouvel Obs).

En el húmedo Bruselas, Stefan (Stefan Gota, «Flora», «Amenaza en la Casa Blanca», «Ghost Tropic») obrero de la construcción rumano, está a punto de regresar a su país; en principio de vacaciones pero tiene algo dentro que le incita a quedarse.

Con todo lo que encuentra en su nevera cocina una gran olla de sopa –«tiene un poco de remolacha y un poco de todo»- que va a repartir, como despedida, entre amigos y familiares.

Con la sopa, Stefan establece una relación social con personajes en situación parecida a la suya, celebrando que se marcha. A su hermana Anca le pide que le hable «para escuchar tu voz».

Cuando una mujer le ruega que vaya a visitar a un viejo amigo a la cárcel, vuelven los recuerdos de una infancia en Rumania….

Justo cuando Stefan se dirige al taller para recoger el coche puesto a punto, se encuentra con la joven ShuXiu (la montadora y actriz Liyo Gong, «Juventud») quien prepara un doctorado sobre musgos, «la especie vegetal más antigua que se conoce», algo de lo que está lleno el bosque y en lo que no se fija nadie. La capacidad de atención de la joven hacia lo casi invisible, con la lupa y al microscopio, deja en él una profunda huella. Juntos ven lo que los otros no notan: ella los musgos y los líquenes, él los seres humanos.

«Here[1]» –donde todo sucede en las afueras de la ciudad y de la sociedad- es una invitación silenciosa a parar, una exploración melancólica del aburrimiento del personaje que saca todo lo que queda en la nevera, prepara la sopa, deambula, visita a los amigos, a su hermana que trabaja de noche en el hospital, a la señora china que prepara comida para llevar… en su insomnio Stefan recorre una ciudad dormida.

Acompañando a Stefan en su vagar, el realizador se acerca a los invisibles, los que se levantan pronto, los que trabajan por la noche, casi todos desarraigados. Nos invita a observar el ambiente, los espacios vacantes en los paisajes urbanos, «esos intermedios salvajes en los que late el corazón de la ciudad»

«Here» es el encuentro de dos soledades y dos exilios, que no se explicar por qué me ha recordado a «Perfect Days» (la última película que he visto de Wim Wenders). Un retrato de la pluralidad de la sociedad belga donde la lengua «del francés al rumano pasado por el chino, se convierte en la herramienta porosa de una identidad colectiva» (contrechamp. Blog).

Reflexiones del director: Un cuenco de sopa

En los años ochenta, la escritora de ciencia ficción Ursula K. Le Guin escribió un breve ensayo con un hermoso título: ‘La teoría de la bolsa de la ficción’. En él sostiene que los primeros humanos eran principalmente recolectores de bayas, frutas, granos y semillas.

La imagen que tenemos de un cazador, un empuñador de lanzas, un cazador de mamuts, puede que domine nuestra memoria colectiva, pero es errónea, el primer artefacto cultural no era una lanza, dice Le Guin, sino un recipiente.

Un cuenco, una bolsa de transporte, una red tejida, una bolsa en la que transportar de vuelta a casa todas esas semillas, nueces y hojas. Pero este saco, o bolsa, y su historia, perdieron frente a la imagen más heroica del cazador de mamuts blandiendo una lanza. Una imagen muy masculina que sustenta una narración masculina.

Le Guin contrarresta esta propuesta con una narrativa más femenina. Alejándose de esa imagen para buscar historias de cooperación, de compartir, de reunir. Porque es ese almacenar y compartir lo que nos define como humanos. Me encanta esa imagen.

  1. «Here» se estrena en Madrid el viernes 18 de octubre de 2024
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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