Decenas de miles de personas huyen de sus hogares en Líbano en busca de refugios en el norte de ese país y en la vecina Siria, al proseguir los bombardeos de Israel sobre el sur libanés y la céntrica capital, Beirut, confirmó este miércoles 25 la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

En cuatro días de bombardeos han muerto 608 personas -al menos 50 niños y 94 mujeres- y cerca de 1900 resultaron heridas, según el Ministerio de Salud libanés, mientras que Acnur dio cuenta de 90.500 nuevos desplazados por el conflicto, más decenas de miles de quienes llegaron desde Siria en busca de refugio, informa la IPS desde Ginebra.

Un informe de Acnur divulgado en esta ciudad suiza dio cuenta de que «cientos de vehículos están atrapados en colas en la frontera siria. Muchas personas también están llegando a pie, cargando lo que pueden».

«Grandes multitudes, entre ellas mujeres, niños pequeños y bebés, hacen cola después de pasar la noche al aire libre bajo el descenso de las temperaturas. Algunos tienen heridas recientes por los bombardeos», agrega el informe.

Israel bombardea de modo masivo posiciones de la milicia Hezbolá, de confesión islámica chiíta, al cabo de meses de intercambio de ataques puntuales con cohetes, disparos de artillería y bombas de precisión entre ambos bandos.

La semana previa se registraron explosiones simultáneas de equipos portátiles de comunicación entre libaneses, en su mayoría militantes de Hezbolá, que perdió así a unos veinte efectivos, y fueron presuntamente activadas de modo remoto por servicios especializados del ejército israelí como antesala de la actual ofensiva.

En el ámbito de las Naciones Unidas –inmersa en el 74 período anual de sesiones de su Asamblea General- se multiplican los temores y advertencias sobre una escalada bélica en la región del Medio Oriente al intensificarse la lucha en el Líbano.

Ese frente de conflicto sigue a casi un año de ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza, que ha cobrado más de 41.000 vidas y dejado heridas a más de 90.000 personas, además de una destrucción sin precedentes en ese territorio palestino donde más de dos millones de personas están atrapadas por el conflicto.

La ofensiva israelí en Gaza siguió a la incursión de la milicia islamista Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que costó unas 1200 vidas, y desde entonces han sido vanos los esfuerzos de la diplomacia internacional por un cese del fuego.

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado el temor de que Líbano pueda convertirse en un nuevo escenario de destrucción a gran escala o «una nueva Gaza».

A diferencia de Gaza, cuya población está atrapada entre el mar y el muro que rodea la Franja, en Líbano la gente ha iniciado una estampida hacia el norte del país y la vecina Siria, en busca de refugio.

Aun así, el responsable de Acnur, Filippo Grandi, advirtió que «Oriente Medio no puede permitirse otra crisis de desplazamiento», y destacó que la actual situación en Líbano «es una nueva prueba para las familias» que habían huido de años de guerra civil en Siria, «y que ahora están siendo bombardeadas en el país donde buscaron refugio».

Grandi dio cuenta de que Acnur y socios como la Media Luna Roja Árabe se ha presentado en los puestos fronterizos con Siria «para proporcionar alimentos, agua, mantas y colchones a quienes llegan y guiarlos hacia la ayuda disponible».

Líbano, un país de 10.450 kilómetros cuadrados y 5,5 millones de habitantes, alberga a cerca de 1,5 millones de refugiados sirios que abandonaron su país durante la guerra civil en curso, que ha dejado infraestructuras críticas en ruinas y millones de personas necesitadas de ayuda.

Hasta el martes 24 más de 25.000 personas habían llegado a 130 nuevos refugios colectivos, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitario de la ONU.

Con relación a la situación hospitalaria, declarada en emergencia por la nueva y enorme afluencia de personas heridas, la Agencia de la ONU para la Infancia (Unicef) informó que ya entregó cien toneladas de suministros médicos de emergencia a hospitales que enfrentan una grave escasez de insumos.

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas también se aprestaba al suministro de comidas para cien mil personas de las que acuden a nuevos refugios.

Entretanto, el jefe de las Fuerzas Armadas de Israel, el general Herzi Halevi, afirmó que el ataque masivo de este miércoles sobre el Líbano persigue «preparar el terreno para una posible entrada y seguir debilitando a Hezbolá», cuyos líderes también anunciaron que replicarán a la ofensiva israelí.

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